A tres meses y medio de las elecciones
presidenciales, el presidente francés Nicolas Sarkozy y la líder ultraderechista
Marine Le Pen preparan homenajes a Juana de Arco, un personaje emblemático de la
historia francesa usado para exaltar la unidad del país.
En el escalafón de prestigio de los iconos de la clase política, la "Doncella
de Orléans" ocupa siempre un lugar principal, junto con Charles de Gaulle, Émile
Zola o Voltaire.
De la Juana santa católica a la Juana guerrera, pasando por la mujer del
pueblo y la patriota, todos encuentran en la histórica figura una referencia
para ilustrar sus propósitos.
Como todos sus predecesores a partir de la llamada V República (en 1958), con
excepción de Georges Pompidou, Sarkozy le rendirá homenajes oficiales el
viernes.
El jefe de Estado cumplirá todas las etapas del peregrinaje de Juana, primero
ante su casa natal en Domrémy y posteriormente en Vauvouleurs, donde ella lanzó
su campaña contra Inglaterra en 1429.
Al día siguiente, la líder del partido Frente Nacional (FN) y candidata a la
presidencia Marine Le Pen conmemorará junto a su padre y fundador del FN,
Jean-Marie le Pen, al personaje que "expulsó a los ingleses de Francia".
Desde hace ya varios años el ultraderechista Frente Nacional hizo de Juana de
Arco (como antes lo había hecho la Acción Francesa, de extrema derecha) uno de
los símbolos de su campaña anti-inmigración, así como de un desfile cada 1 de
mayo.
En opinión de Marine Le Pen, la coincidencia muestra que su partido de
extrema derecha "es la inspiración de las temáticas esenciales de la campaña
presidencial: inmigración, seguridad, proteccionismo y, ahora, las grandes
figuras históricas".
Para el Elíseo (presidencia francesa), en cambio, "es el rol del un jefe de
Estado rendir homenaje a las grandes figuras de nuestra historia de Francia,
como ya lo hizo con (el poeta martiniqués) Aimé Césaire o Charles de Gaulle",
alega un allegado.
"Juana de Arco es el patriotismo laico y la santa católica, un símbolo de la
unión nacional, y no sólo del Frente Nacional", asegura el diputado de UMP (del
presidente Sarkozy), Christian Vanneste.
Sin embargo, persiste la sospecha de utilización electoral. "Sarkozy se ha
convertido en especialista en utilizar la historia con fines electorales",
admite un cargo electo de UMP.
El politólogo Jean-Yves Camus no puede tampoco evitar reseñar ese "curioso
azar del calendario", que le permite al presidente honrar a Juana de Arco a 100
días de la elección presidencial.
"Lo que será interesante será saber cual de las Juanas de Arco va a
presentar" el presidente Sarkozy, se pregunta por su lado Olivier Dard, profesor
de historia en la universidad de Metz.
AFP