No hay nada mejor que una buena sopa, como aperitivo de cualquier comida, abriendo el apetito y dándole al estómago una base para el plato fuerte. Un recetario de sopas podría ser infinito, se pueden combinar casi todos los vegetales y hortalizas a gusto de cada persona, además puede agregársele pollo, carne, pescado o cualquier otra proteína, hay sopas de granos, existen las sopas calientes ideales para un clima frío, o una sopa fría para el verano, que compense un poco la temperatura corporal. En fin, la variedad de sopas es tan extensa que se les ha dado incluso facultades curativas, de acuerdo a sus ingredientes, que le brindan al cuerpo los nutrientes que necesita para poder sobrellevar cualquier malestar.
PARA LA GRIPE. Cuando una persona está resfriada la primera recomendación es tomar mucho líquido. Además de la clásica sopa de verduras, la sopa de cebolla es ampliamente recomendada para atacar enfermedades respiratorias y gripes. Al parecer esta hortaliza contiene un compuesto antioxidante que reduce el daño de las células y tejidos del organismo. Además, la cebolla cocida resulta excelente para aliviar afecciones respiratorias como congestión de bronquios y alivio de la tos, ayudando a expectorar en caso de que la tos no sea capaz de ayudarnos a expulsar las mucosidades, tiene además excelentes facultades depurativas, digestivas, diuréticas y antisépticas.
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