Prácticamente ninguno de los dirigentes históricos del PSOE estará entre los
956 delegados que votarán en el congreso del partido entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme
Chacón, pero tienen influencia suficiente en el partido como para que los
candidatos busquen su respaldo público. La mayoría apoya a alguno de los dos
candidatos y se lo ha hecho llegar en privado, pero, por distintos motivos, no
lo ha hecho público, ni tiene previsto hacerlo.
Para los partidarios de Rubalcaba, el acervo histórico del PSOE, el grupo de los
veteranos que da solidez al partido, está con su candidato. Para los de Chacón,
ese respaldo demuestra, precisamente, que la renovación es ella, frente al
pasado. Para los de Rubalcaba, el zapaterismo que ha dirigido el partido en los últimos
años está con su oponente. Para los de Chacón, es el felipismo,ya superado, el que apoya a su rival.
En el lado de Chacón están dirigentes y altos cargos recientes que
acompañaron a José Luis Rodríguez Zapatero en su ascenso, como los exministros
Juan Fernando López Aguilar, Leire Pajín, Miguel Ángel Moratinos y José Andrés
Torres Mora, su exjefe de gabinete. Con Rubalcaba, con esas características,
están Jesús Caldera y Trinidad Jiménez.
De los presidentes autonómicos en activo, Patxi López se ha pronunciado a
favor del candidato. Y José Antonio Griñán no lo ha hecho expresamente, pero los
dos equipos dan por hecho que prefiere a Chacón. Con ella está abiertamente José
María Barreda, expresidente de Castilla-La Mancha y aún líder del partido en esa
comunidad. Del madrileño Tomás Gómez se sospecha idéntica posición, aunque no
haya pronunciamiento público, entre otras cosas porque fue muy sonoro su
enfrentamiento con Rubalcaba hace poco más de un año, cuando Gómez tuvo que
batirse en primarias en Madrid contra Trinidad Jiménez.
Javier Solana es de los pocos que han mostrado apoyo público a Rubalcaba,
aunque sea con la concisión que exige Twitter. Es una de las personalidades con
mayor prestigio y peso en el PSOE.
Las formas de expresar apoyo a uno u otro candidato son variadas. El
exministro de Educación José María Maravall lo hizo con su presencia en el acto
de presentación de Rubalcaba; Txiki Benegas y Ramón Jáuregui, con su activa
presencia en el equipo del candidato; José Borrell, con su presencia en un acto
de apoyo a Chacón que servía para romper su silencio y alejamiento de la
política española; Francisco Caamaño, con una prolífica publicación de artículos
de respaldo a la aspirante, y Manuel Marín, dejándose ver en Olula del Río
(Almería), donde la exministra de Defensa presentó su candidatura. Otros
históricos evitan pronunciarse públicamente, pero han trasladado a los oponentes
sus posiciones y no tienen inconveniente en que los respectivos equipos den por
hecho el respaldo. Por ejemplo, José Bono: fuentes próximas a él aseguran que
apoya a Rubalcaba por su rechazo al “catalanismo excluyente” y por las nefastas
consecuencias que, creen, tendría para el PSOE una victoria de Chacón. Pero no
lo dirá en público.
Tampoco se pronuncia públicamente Joaquín Almunia por su cargo de comisario
europeo, pero el equipo de Rubalcaba considera que está con él por su
trayectoria siempre coincidente con la del aspirante. Algo parecido ocurre con
Manuel Chaves, que como presidente aún del PSOE evita pronunciarse, pero que es
reconocido como un puntal de Rubalcaba.
Alfonso Guerra no se ha decantado, pero fuentes próximas a Rubalcaba aseguran
que su “entorno más reconocible” está con ellos, y recuerdan sus declaraciones
sobre la “señorita Chacón”.
Felipe González, el dirigente histórico con mayor peso en la organización,
tampoco se ha pronunciado, pero fuentes próximas a Rubalcaba no descartan que
pueda hacerlo a su favor antes del congreso. Los dos equipos dan por hecho que
Teresa Fernández de la Vega podría estar en algún acto de apoyo a Chacón, tras
haberla respaldado abiertamente por la afinidad entre ambas y por su
enfrentamiento en los últimos años con Rubalcaba. Ayer confirmó esas
preferencias en Público.
El candidato exhibe el apoyo de mujeres como Micaela Navarro, consejera
andaluza. De los jóvenes con peso, no se pronunciará Eduardo Madina, porque como
miembro de la Ejecutiva considera que no debe romper la neutralidad. El equipo
de Chacón le sitúa más próximo a la candidata, pero el apoyo del PSE, con Patxi
López a la cabeza, a Rubalcaba y su voluntad de mantener su carrera gane quien
gane le mantienen neutral y en silencio.
Zapatero tampoco puede romper su neutralidad y, por eso, hizo desmentir ayer
un apoyo a Chacón del que la candidata dice no tener constancia, pero que ha
rebrotado el recelo entre los seguidores de Rubalcaba. Todo partió de una cena
reciente del secretario general con Chacón y su marido, Miguel Barroso. Y
también de comprobar para qué candidata trabajan ahora personas del entorno de
Zapatero en La Moncloa.