Los resultados de muchas investigaciones hechas durante las últimas décadas han revelado que una rutina de sexo frecuente y plena puede ofrecer a quien la practica siete años más de apariencia juvenil. Quienes incursionan con responsabilidad en el campo del sexo placentero se estresan menos, descansan más y sonríen con bastante facilidad. Las personas que están casadas, que tienen una relación estable o aquellas que cuentan con un compañero sexual regular no solo viven más años, sino que además tienen menor riesgo de depresión que quienes viven solos, y los expertos atribuyen estos beneficios a una actividad que, lejos de los tabúes de ayer, está ganando cada vez más terreno en el campo del bienestar.
EJERCÍTATE CON PLACER
Las relaciones sexuales no solo son un espacio y un tiempo de encuentro lleno de cargas culturales y sociales que las amoldan según sea el caso… también son, en términos netos, una combinación de movimientos musculares que bien sirven también para ejercitar. ¿Quién dijo que el sexo no es una buena excusa para hacer ejercicio? Pues entre las actividades de tipo aeróbico que se ejecutan, las posturas que requieren de estiramiento y flexibilidad y el movimiento constante y sostenido de ciertos músculos del cuerpo, la acción que se lleva a cabo sobre la cama resulta muy beneficiosa para la estética.
Tanta actividad no solo permite quemar muchas calorías, sino que contribuye a mejorar la forma física y a perder ese peso graso que tanto cuesta hacer desaparecer. La cantidad de calorías, por ejemplo, que se quema durante la actividad sexual varía dependiendo de la vigorosidad con la que se lleva a cabo, pero en términos generales, 30 minutos de pasión equivalen en promedio a 200 calorías menos, más o menos lo que equivaldría a realizar un ejercicio cardiovascular o de tonificación de intensidad moderada por el mismo tiempo.
Ahora bien, no conseguirás nada de esto si te limitas a echarte boca arriba sobre la cama y dejas que tu pareja haga todo el trabajo, o si tus encuentros se limitan a ser “rapiditos”. Para que la relación sexual sea efectiva para quemar calorías y tonificar tus músculos, debes poner a volar tu imaginación y ser parte activa de lo que ocurre, además de tomarte el tiempo necesario para una dosis suficiente del sexo que más te gusta.
Para ayudarte un poco con esto te recomendamos varias cosas. Primero, elije o decidan entre ambos una posición que sea un poco más exigente que las tradicionales. Busca e investiga en todos los medios a los que tengas acceso para que la postura que elijan se ajuste a las posibilidades físicas de ambos (además, buscar sobre esto en pareja aumenta las ganas de hacerlo y también las energías que necesitas para ejecutarlo). Hay unas posturas en la que una de las partes ejercita más que la otra: el hombre se mueve más haciendo “el perro” y la mujer haciendo cualquiera en la que esté encima de su pareja.
Si te toca estar debajo, no desaproveches la oportunidad y muévete tú también; besar, acariciar, mordisquear y coordinar con tu pareja el movimiento rítmico lumbo-pélvico con la ayuda de tus brazos hará que aumentes tu ritmo cardíaco y quemes algunas calorías. Si les gusta la tradicional posición del “misionero”, prueben que ella ponga las piernas encima de los hombros de él, así ganará movilidad y hasta una dosis de nuevo placer (esta postura se conoce como “profunda”).
MEJOR EN LA MAÑANA
Un estudio de la Universidad Queen’s de Belfast, en Londres, asegura que tener relaciones sexuales por las mañanas contribuye a la mejora del funcionamiento de distintos órganos y de la circulación, refuerza las defensas inmunológicas, reduce el riesgo de diabetes e infartos, fortalece los huesos y músculos, ayuda a aliviar la artritis y las migrañas y disminuye la presión sanguínea. Como si esto no fuese suficiente, quienes disfrutan de sexo matutino cuentan con mejor aspecto, porque los orgasmos aumentan los niveles de estrógenos y otras hormonas que están directamente relacionadas con la tersura y el brillo de la epidermis y con la salud del cuero cabelludo. El mismo estudio reveló que los hombres producen más testosterona si practican sexo durante las primeras horas del día.
Otro estudio, hecho por investigadores de la Universidad del Estado de Nueva York, sugiere que las mujeres que mantienen relaciones sexuales en las mañanas mejoran considerablemente su estado de ánimo y son mucho menos propensas a desarrollar cuadros depresivos. Además, el sexo matutino tiene un efecto protector contra la endometriosis (el crecimiento irregular de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina). Sudar en las mañanas ayuda a limpiar desde temprano los poros de la piel, lo que beneficia a ambos sin distinción.
BENEFICIOS QUE SE SIENTEN, LITERALMENTE
El séptimo arte y la pantalla chica se han encargado de hacernos creer que una intensa actividad sexual provoca infartos y muertes vergonzosas. Pues es hora de que te despreocupes. Investigadores ingleses han demostrado que la realidad es muy distinta y que, por el contrario, los hombres que tienen encuentros sexuales dos o más veces por semana tienen 50% menos riesgo de sufrir de ataques cardíacos que aquellos que tienen sexo solo una vez al mes.
Con el sexo el cuerpo se activa como si estuviese haciendo cualquier ejercicio aeróbico, como caminar, patinar o correr, y con ellos la sangre se bombea más rápido, por lo que la circulación se incrementa y por lo tanto el oxígeno también; y ni hablar del bien que esto significa para los pulmones, que reciben más oxígeno y así contribuyen a bajar la presión arterial. Tener relaciones sexuales fortalece tu corazón y todo el sistema cardiovascular; además, reduce al mínimo tus niveles de estrés, que es otro factor de riesgo para enfermedades cardíacas.
Tener relaciones sexuales con regularidad; es decir, dos a tres veces por semana, es favorable para tu sistema inmune. Un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad Técnica de Zúrich, en Alemania, demostró que la cantidad de anticuerpos que existe en el organismo aumenta significativamente después del orgasmo como manera de prevención, pues durante el encuentro sexual hay un intercambio importante de bacterias.
Otro estudio, pero llevado a cabo en Australia, reveló que eyacular frecuentemente reduce los riesgos de sufrir cáncer de próstata. El estudio fue hecho entre hombres alrededor de los 20 años que tenían relaciones sexuales al menos cinco veces a la semana. Pero si ya pasaste esa edad, tampoco debes preocuparte, porque en Estados Unidos descubrieron que los hombres mayores que tenían más de 20 eyaculaciones al mes, tenían también mucho menos riesgo de desarrollar este tipo de cáncer que aquellos que tenían solo cuatro o siete eyaculaciones mensuales.
Y las relaciones sexuales regulares son también muy beneficiosas para las mujeres, sobre todo para aquellas que no son sistemáticas con sus menstruaciones. Las universidades de Columbia y Stanford publicaron unas investigaciones en las que se asegura que las mujeres que tienen relaciones sexuales al menos una vez por semana tendían a tener ciclos menstruales más regulares, incluso con encuentros que no necesariamente deben terminar en orgasmos, pues solo con el momento de intimidad es suficiente para normalizar el ciclo. Otro beneficio del sexo para ellas es la posibilidad de controlar la orina. Con los años o después de dar a luz este tema se torna común y su causa principal es la debilidad de los músculos pélvicos. Éstos músculos no solo se fortalecen haciendo los ejercicios de Kegel, sino también teniendo encuentros sexuales. Ambas actividades de complementan y se benefician la una de la otra.
Fortalecer los abdominales también contribuirá a mejorar la calidad de las relaciones sexuales que tengas y, como ocurre con los músculos pélvicos, tener relaciones sexuales ayuda a ejercitar el abdomen; es una relación beneficiosa en ambos sentidos. Los glúteos, sin duda alguna, entran en esta ecuación y la buena noticia es que, al tener relaciones sexuales, estás ejercitando todas las partes del cuerpo que te permiten sostener la parte baja de la espalda, por lo que no solo podrás andar con una espalda libre de dolores sino también con una mejor postura.
TODO ENTRA POR LA BOCA…
Hay personas para quienes solo un beso basta para disponerse al sexo. Otras se estimulan con videos, canciones y fotografías. Las fórmulas para entrar en calor son tan variadas como los gustos y una experiencia sexual plena se enriquece con la experimentación de todas. Muchos alimentos tienen la propiedad de contribuir con la disposición a la entrega íntima, incluso aquellos tan cotidianos como el agua. No hace falta comer platos exóticos con ingredientes traídos de los confines del mundo para deleitarse con platos afrodisíacos. Muchos alimentos mejoran el rendimiento sexual porque el organismo toma de ellos los nutrientes específicos requeridos para esa actividad. Te sorprenderás de la cantidad de ellos que ya forman parte de tu dieta:
AGUA: aunque no lo parezca, proporciona al semen y a las secreciones vaginales un sabor más agradable, al contrario de lo que hacen el café, los espárragos y las carnes rojas. Además, evita la deshidratación, sobre todo en esos momentos de intensa actividad.
AVENA: de la salud del corazón depende la salud sexual. La avena contiene un tipo de fibra que reduce los niveles de colesterol (hasta 23%); cada 1% de colesterol que se reduce disminuye en 2% el riesgo de enfermedades coronarias. También contiene manganeso y selenio, esenciales para la regulación hormonal.
ATÚN: es rico en vitamina B3, que tiene un efecto positivo sobre la dilatación sanguínea, permitiendo mejores orgasmos, aumento en la sensación del tacto y erecciones más potentes.
CHOCOLATE NEGRO: al tener una concentración de 85%, resulta un excelente revitalizante del sistema nervioso. Contiene feniletilamina y serotonina, dos estimulantes sexuales muy efectivos. Es también rico en antioxidantes y cafeína, elementos que aumentan el flujo sanguíneo y estimulan la libido. Reduce la hipertensión, por lo que es indicado para casos de impotencia y los flavoniodes que contiene ayudan a relajar los músculos vasculares del pene, mejorando el flujo sanguíneo y en consecuencia la erección.
PALOMITAS DE MAIZ: tiene los niveles más elevados de arginina vegetal, que es el principal componente de la esperma, el que favorece el conteo espermático, su calidad y movilidad.
ESPÁRRAGOS: son favorables para la producción de hormonas porque contienen grandes cantidades de potasio y calcio; además, elevan considerablemente los niveles de energía. También tienen vitamina E, que mejora el flujo sanguíneo hacia los genitales.
GELATINA: las articulaciones y los cartílagos soportan un importante desgaste durante la actividad física, incluida la actividad sexual, que requiere de flexibilidad, un tejido conductivo fuerte y resistencia. La gelatina reduce el dolor articular, sana los tejidos conjuntivos, mantiene la elasticidad de los ligamentos y repara daños menores que se hayan producido en las articulaciones.
MIEL: las parejas de la antigua Persia tomaban aguamiel todos los días del primer mes de casados porque conocían de las ventajas que ella tiene para la producción de testosterona, gracias a su contenido de vitaminas del grupo B (de allí, por cierto, proviene el nombre “luna de miel”; los persas lo llamaban “el mes de la miel”).
OSTRAS: es quizá la mejor fuente natural de minerales. Hierro, vitaminas B12 y D, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y ácidos grasos son sus principales componentes. Pero su compuesto estrella es el zinc (30 gramos de ostras crudas contienen 170% de la cantidad diaria recomendada), que regula los niveles de testosterona y es vital para la producción de esperma. Un estudio holandés reveló que los suplementos de ácido fólico y zinc aumentan 74% el número de espermatozoides.
PIMIENTOS PICANTES: la capsaicina es la sustancia que proporciona la sensación de ardor al comerlos y ésta aumenta la actividad metabólica, proporciona más energía y resistencia y acelera la capacidad de quemar calorías, todo fundamental para la actividad sexual.
PLACER ABSOLUTO
Tras la revolución sexual de los años 60, era mucho más importante la cantidad de sexo que se practicaba que su calidad. Con el pasar de los años y la incursión de la sexualidad en cada vez más niveles de la sociedad (basta con ver las noticias, contar cuántas tiendas eróticas existen en cada calle y escuchar las conversaciones de quienes nos rodean), el foco ha girado hacia el disfrute seguro y el placer con conciencia. La meta hoy en día en sacarle el mayor provecho a los encuentros sexuales, explorar en pareja nuevas posibilidades de goce, conocer entre ambos o a solas los misterios del propio cuerpo e incluir el sexo dentro de los requisitos para una vida plena.
Lo parezca o no, el sexo se encuentra estrechamente relacionado con las capacidades que tenemos como individuos para emprender proyectos, cumplir nuestras aspiraciones personales y realizar nuestros sueños. La vivencia de una sexualidad sana y plena propicia la existencia de relaciones afectivas de placer mutuo y respeto que forman parte integral de una buena salud mental, emocional y espiritual. Las relaciones sexuales deberían ser revalorizadas para que ocupen un lugar fundamental dentro del complejo pero fascinante mundo del bienestar; y para ello la salud y la educación sexual son propicias. Una vida sexual satisfactoria aumenta la autoestima, proporciona estabilidad emocional, mejora las relaciones interpersonales, eleva el optimismo y reduce considerablemente la tensión que la cotidianidad suele acumular.
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