(EFE).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió hoy a los ministros de su facción, la derechista Likud, que dejen de hacer declaraciones públicas sobre un posible ataque a Irán, que se repiten en las últimas semanas en todo tipo de foros y medios.
Amenazar con un inminente ataque a las instalaciones nucleares de Teherán es, aseguró Netanyahu a sus compañeros de partido en el Ejecutivo, dañino para Israel y va en detrimento de los esfuerzos de la comunidad internacional para convencer a Irán de que abandone su programa nuclear, informó el servicio de noticias israelí Ynet.
“Las habladurías hacen gran daño, ponen a Israel en primera línea e obstaculiza los esfuerzos de las sanciones”, señaló el jefe del gobierno.
Representantes de las altas esferas políticas y de seguridad del país han hecho declaraciones recientes que apuntan a una operación militar para poner fin a las ambiciones nucleares iraníes este mismo año.
Varios medios han recogido también el supuesto temor que existe en la Casa Blanca ante un ataque unilateral y no coordinado de Israel.
En la reunión semanal con su Gabinete, Netanyahu se volvió hoy a referir a Irán, aunque sin sugerir ninguna acción para frenar lo que Israel considera “una amenaza existencial”.
Los últimos días, señaló el primer ministro, “nos han recordado en qué vecindario vivimos.Hemos oído los comentarios del mandatario iraní sobre la eliminación de Israel y hemos visto al Ejército sirio masacrar a su propio pueblo. Hemos visto sucesos sangrientos en nuestra región (…). En una región así, lo único que asegura nuestra existencia, seguridad y prosperidad es nuestra fuerza”.
“Desarrollar la fuerza de Israel es la principal prioridad de este Gobierno”, dijo Netanyahu a sus ministros, según una nota difundida por su oficina.