Brasil planea imponer estrictos controles de calidad a las importaciones de China y otras naciones asiáticas para impedir una afluencia de mercancías baratas, informó el periódico O Globo este sábado.
El control de fronteras aseguraría que las importaciones de Asia, particularmente de China, satisfacen los estándares establecidos por el Instituto Nacional de Metrología (INMETRO) y cumple con las normas de seguridad aplicadas a productos domésticos al por menor.
Los productos que no pasen los controles no serán permitidos en el país.
Las medidas, vistas como una especie de barrera sin tarifas, se aplicarán a 240.000 modelos de mercancías en los sectores textil, siderúrgico, autopartes y objetos para niños, particularmente juguetes, según el diario con sede en Rio.
Los controles, que tratan de proteger a la industria doméstica brasileña y a los consumidores, comenzarán en el segundo trimestre del año y serán coordinados por el ministro de Finanzas y el servicio Federal de Ingresos en colaboración con INMETRO.
La industria brasileña lleva tiempo mostrando su malestar por la afluencia de importaciones chinas baratas.
Hace 12 días Brasil y China mostraron sus diferencias en su relación comercial multimillonaria en una reunión de alto nivel en Brasilia, a la que acudió el vicepresidente chino, Wang Qishan.
Brasilia pidió a China que abra más sus puertas a la industria brasileña y limite su masiva exportación de zapatos, textiles y otros productos como autos, que han inundado el país.
Un alto funcionario brasileño afirmó que se había registrado un drástico incremento de las importaciones de mercancías chinas baratas y que el acceso de los productos manufacturados brasileños al mercado chino era "un urgente problema que necesita ser resuelto".
El funcionario añadió que "el gobierno chino señaló que planea actuar".
En 2009, China desbancó a Estados Unidos como el mayor socio comercial de Brasil, con un comercio bilateral que alcanzó los 77.000 millones de dólares en 2011.
Pekín es, por su parte, el mayor inversor en Brasil, que se beneficia de un superávit comercial de 11.500 millones de dólares.