Al menos dos militares brasileños murieron este sábado y otro resultó herido después de que se declarara un incendio en la base de investigación que Brasil tiene en la Antártida, informaron fuentes oficiales.
El ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorim, confirmó la muerte de dos militares que previamente habían sido dados por desaparecidos en el siniestro, según la estatal Agencia Brasil.
"En un acto de heroísmo, estuvieron justamente en el lugar de mayor riesgo, en una tentativa de contener el incendio y no lo consiguieron. Todos los investigadores y funcionarios civiles fueron rescatados y se encuentran en el continente, en Chile", señaló.
El siniestro causó además heridas al sargento Luciano Gomes Medeiros, quien está fuera de peligro y fue trasladado en un primer momento a la estación polaca de Arctowski para recibir los primeros cuidados, según un comunicado de la Marina.
Posteriormente, Medeiros y el resto de personal destacado en la base fueron llevados en helicópteros a la base chilena Eduardo Frei, desde donde viajaron a la ciudad de Punta Arenas (Chile).
Los quince integrantes del batallón responsable del mantenimiento y operaciones de la base, que permanecieron en el lugar empeñados en las tareas de extinción, tuvieron que abandonar los trabajos debido a las condiciones meteorológicas.
Está previsto que el destacamento regrese a Comandante Ferraz, a unos 130 kilómetros de la Antártida continental, cuando el tiempo mejore, para evaluar los daños.
Amorim quien lamentó "profundamente" la pérdida de vidas, añadió que el incendio dejó abundantes daños y que el material de la base y el equipamiento quedaron destruidos.
La Fuerza Aérea de Brasil envió esta tarde un Hércules C-130 a Punta Arenas para repatriar al personal destacado en la base, según una nota del Ministerio de Defensa.
Esta mañana un navío de la Marina de Brasil partió desde la ciudad hacia Comandante Ferraz, donde embarcaciones de las fuerzas argentinas y polacas y helicópteros chilenos prestaron apoyo en las tareas.
Incendio fue por explosión
Medios brasileños informaron que el incendio se provocó debido a una explosión, lo cual no fue confirmado por fuentes oficiales.
El titular de Defensa conversó con el su homólogo chileno, Andrés Allamand, a quien le agradeció la colaboración.
Mientras, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación agregó que la estación Comandante Ferraz tiene "como finalidad exclusiva la investigación científica".
Asimismo, calificó como "estratégica" la presencia brasileña en la Antártida y añadió que en la base se encuentra un equipo de investigadores que llevan a cabo estudios sobre el cambio climático.
El de hoy es el segundo siniestro que sufre la Marina brasileña en menos de una semana.
El pasado día 22, un militar murió y dos sufrieron quemaduras en un incendio que se registró en el portaaviones Sao Paulo, el único navío de su tipo en la flota de la Marina de Guerra de Brasil.
El Sao Paulo, con capacidad para transportar 37 aviones de guerra y dos helicópteros, fue construido por Francia en 1963 y sirvió de apoyo a las tropas francesas tanto en la Guerra del Golfo como en operaciones militares en el Líbano, Bosnia y Kosovo.
EFE
El ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorim, confirmó la muerte de dos militares que previamente habían sido dados por desaparecidos en el siniestro, según la estatal Agencia Brasil.
"En un acto de heroísmo, estuvieron justamente en el lugar de mayor riesgo, en una tentativa de contener el incendio y no lo consiguieron. Todos los investigadores y funcionarios civiles fueron rescatados y se encuentran en el continente, en Chile", señaló.
El siniestro causó además heridas al sargento Luciano Gomes Medeiros, quien está fuera de peligro y fue trasladado en un primer momento a la estación polaca de Arctowski para recibir los primeros cuidados, según un comunicado de la Marina.
Posteriormente, Medeiros y el resto de personal destacado en la base fueron llevados en helicópteros a la base chilena Eduardo Frei, desde donde viajaron a la ciudad de Punta Arenas (Chile).
Los quince integrantes del batallón responsable del mantenimiento y operaciones de la base, que permanecieron en el lugar empeñados en las tareas de extinción, tuvieron que abandonar los trabajos debido a las condiciones meteorológicas.
Está previsto que el destacamento regrese a Comandante Ferraz, a unos 130 kilómetros de la Antártida continental, cuando el tiempo mejore, para evaluar los daños.
Amorim quien lamentó "profundamente" la pérdida de vidas, añadió que el incendio dejó abundantes daños y que el material de la base y el equipamiento quedaron destruidos.
La Fuerza Aérea de Brasil envió esta tarde un Hércules C-130 a Punta Arenas para repatriar al personal destacado en la base, según una nota del Ministerio de Defensa.
Esta mañana un navío de la Marina de Brasil partió desde la ciudad hacia Comandante Ferraz, donde embarcaciones de las fuerzas argentinas y polacas y helicópteros chilenos prestaron apoyo en las tareas.
Incendio fue por explosión
Medios brasileños informaron que el incendio se provocó debido a una explosión, lo cual no fue confirmado por fuentes oficiales.
El titular de Defensa conversó con el su homólogo chileno, Andrés Allamand, a quien le agradeció la colaboración.
Mientras, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación agregó que la estación Comandante Ferraz tiene "como finalidad exclusiva la investigación científica".
Asimismo, calificó como "estratégica" la presencia brasileña en la Antártida y añadió que en la base se encuentra un equipo de investigadores que llevan a cabo estudios sobre el cambio climático.
El de hoy es el segundo siniestro que sufre la Marina brasileña en menos de una semana.
El pasado día 22, un militar murió y dos sufrieron quemaduras en un incendio que se registró en el portaaviones Sao Paulo, el único navío de su tipo en la flota de la Marina de Guerra de Brasil.
El Sao Paulo, con capacidad para transportar 37 aviones de guerra y dos helicópteros, fue construido por Francia en 1963 y sirvió de apoyo a las tropas francesas tanto en la Guerra del Golfo como en operaciones militares en el Líbano, Bosnia y Kosovo.
EFE