EFE).- La Central para el Crimen Organizado del Cuerpo de Guardianes de la Revolución iraní ha acusado a la radiotelevisión británica BBC de formar una red de espionaje clandestina dentro de Irán, informó hoy la agencia local Mehr.
Según la agencia, los Guardianes de la Revolución, cuerpo especial de defensa del régimen islámico, revelan en un informe difundido hoy los detalles de la supuesta actuación ilegal de personas que presuntamente trabajaban dentro de Irán para la BBC en lengua persa y publican los nombres y fotos de algunos de ellos.
“Basándose en una nueva visión colonial del Gobierno británico y utilizando nuevos y complicados métodos, han creado una red de información con intención de reunir datos útiles y específicos sobre centros estratégicos como ministerios destacados, embajadas extranjeras e incluso plataformas petroleras”, dice la agencia.
Estas personas, según Mehr, crearon una red de espionaje para atraer clandestinamente a políticos y personas relacionadas con los medios de comunicación para utilizar su información a favor de grupos contrarios a la Revolución Islámica.
Los Guardianes de la Revolución señalan que, en una primera fase, identificaron a cinco personas que supuestamente colaboraban con la BBC y posteriormente a otras 24, de las que diez están fuera del país y el resto procesadas.
La BBC no tiene oficina en Irán y el régimen de Teherán ha prohibido a sus ciudadanos trabajar para ese medio británico, que ha negado que tenga colaboradores en territorio iraní.
Según la BBC, algunos de sus empleados iraníes que trabajan fuera de Irán han denunciado acoso a sus familiares por parte del régimen islámico de Teherán.
Las últimas detenciones de personas supuestamente relacionadas con la BBC en Irán se anunciaron el pasado 6 de febrero y las autoridades iraníes aseguraron que recibían “grandes sumas de dinero” de la radiotelevisión británica.
El pasado noviembre, otro supuesto colaborador de la BBC, Hassan Fahi, fue detenido en Irán y fue acusado de difundir mentiras sobre la República Islámica y de tratar de manipular la opinión pública del país.
En septiembre pasado, los servicios secretos iraníes detuvieron al menos a seis ciudadanos del país, en su mayoría relacionados con el cine, que supuestamente colaboraban con la BBC, aunque posteriormente la mayoría fueron puestos en libertad.
Tras las detenciones de septiembre pasado, el ministro de Inteligencia iraní, Heidar Moslehi, acusó a la BBC de llevar a cabo “actividades destructivas” contra Irán y afirmó que “no es un medio de comunicación”, sino una cobertura para “misiones políticas y de inteligencia”.
Moslehi advirtió a cualquiera que colabore con la BBC, a la que calificó de “antiiraní y contrarrevolucionaria”, de que su departamento “sigue de cerca esas conexiones y tomará las medidas adecuadas en su momento”.