Reuters) El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, elogió la postura tomada por Rusia en el conflicto sirio y acusó a la Liga Árabe de tomar partido a favor del “imperio” de Estados Unidos durante el enfrentamiento, así como en la guerra en Libia el año pasado.
Chávez, un feroz crítico de Washington, no ha dudado en hacer público en el pasado su apoyo al presidente de Siria, Bashar al-Assad, con quien ha suscrito convenios energéticos y alimentarios, tal como lo hizo con el líder libio Muammar Gaddafi.
“Afortunadamente, tenemos a Rusia con una posición muy firme en contra de la posición militar contra Siria”, dijo el presidente en un contacto telefónico con la televisora estatal tarde el domingo.
“A Libia la destrozaron, se quedó sola pero imagínense que a algún país de América Latina pretendan aplicarle la fórmula siria o libia. Lamentablemente, la propia Liga Árabe se puso del lado del imperio, pidió que agredieran a Libia, pero eso no pasaría nunca en América Latina“, sentenció.
Ataques aéreos impulsados desde Occidente ayudaron a poner fin al mandato de 40 años de Muammar Gaddafi en Libia.
Pero a pesar de los 14 meses que acumula el conflicto en Siria, no ha habido consenso para una intervención armada.
Un grupo de oposición en Siria dijo el lunes que rebeldes habían matado al menos 80 soldados el fin de semana, en una vuelta de la violencia tras la amenaza de los insurgentes de reanudar los ataques si el presidente al-Assad no cumplía el alto el fuego respaldado por las Naciones Unidas.
Críticos de Chávez, quien buscará la reelección en octubre a pesar de su lucha contra el cáncer, han dicho que su apoyo hacia el líder sirio, igual al que mostró por Gaddafi, son síntomas de sus tendencias dictatoriales.
El miembro de la OPEP ha mandado tres cargamentos de diésel a Siria desde finales del año pasado, a pesar de las sanciones impuestas por Occidente al Gobierno de Damasco.
Venezuela ha estrechado lazos con Rusia durante el mandato de 13 años de Chávez, comprando millones de dólares en armamento y sellando acuerdos que han permitido a empresas rusas ingresar en el ingente negocio petrolero local.
