La siempre controvertida artista aprovechó el evento en el que presentaba su nueva fragancia, Fame, para exhibirse tatuándose el rostro de un niño con alas, tocado con una corona similar a la de la Estatua de la Libertad.
Gaga, de 26 años, se afeitó la parte de la cabeza en la que iba a plasmarse el tatuaje, que se hizo en el interior de un frasco de perfume gigante, en el que la neoyorquina apareció ataviada con lencería, cubierta con marcas de carmín, fumando y bebiendo tequila mexicano.
Esta presentación de la excéntrica autora de los temas "Bad romance" o "Born this way", que fue titulada "Durmiendo con Gaga", tuvo lugar ante amigos suyos que asistieron a la fiesta en el museo Guggenheim, como la heredera Paris Hilton, y se retransmitió en directo por internet, coincidiendo con la clausura de la Semana de la Moda de Nueva York.
EFE