Cansados de engaños y esperando una digna solución al problema que los aqueja desde 2011, el cual es generado por infinidad de deudas que se vienen incrementando por ineficiencia de los representantes regionales, un grupo significativo de trabajadores del hospital Joaquina de Rotondaro protestaron de forma pacífica en las instalaciones de dicho nosocomio, mientras esperaban la presencia de Carlos Díaz, director regional de salud.
Con pancartas y consignas que exigían respuestas de diversos beneficios gran parte de los empleados del sistema de salud se apostaron desde las 7:00 de la mañana hasta pasado el mediodía, en dicha concentración se trataba de llegar a un acuerdo para concretar las próximas acciones que permitan solventar el problema.
Gladys rojas, trabajadora manifestó, que exigen el pago al día, porque son padres de familia que necesitan el sueldo para mantener sus hogares y brindarle alimento y bienestar a sus hijos; “estamos totalmente agotados aquí no nos pagan varios beneficios laborales como domingos, bonos nocturnos y el bono asistencial que generó 3520,00 Bs, también tienen deudas de juguetes, becas y fideicomiso no tenemos apertura de cuenta a pesar de tener entre 10 y 15 años de servicio”.
Alrededor de mil empleados sólo en el hospital de Tinaquillo sufren las consecuencias de la mala gerencia en el sector salud, desde médicos, enfermeras, personal de seguridad y mantenimiento que según palabras de manifestantes también se unen los centros asistenciales de Tinaco y San Carlos.
“Estamos trabajando en hacinamiento, el personal se está enfermando en el área que funciona como emergencia, no hay aire acondicionado, ni espacio suficiente, no estamos brindando la atención que se merece el pueblo, pero lamentablemente se sale de nuestras manos, en el quirófano hay un solo baño para el personal de enfermería, médicos y pacientes, nosotros para poder brindar una atención de calidad debemos estar sanas y entonces los fluidos corporales de cualquier paciente con la enfermedad que sea va al mismo baño, eso parece un rancho”, agregó Carmen Jiménez.
Argumentó que no hay betadine, ni cepillos quirúrgicos y no llega agua directa trabajan con líquido estancado y con agua en tobos, las condiciones verdaderamente no son las más adecuadas, “no tenemos nada de insumos, eventualidad que genera malestar en la población, que cuando llegan al hospital arremeten contra nosotros, ellos no entienden que no es culpa nuestra”.
Finalmente se conoció, que muchos temen por ser removidos de sus puestos de trabajo, como trataron de hacer días atrás cuando el jefe de saneamiento ambiental denunció un problema que genera riesgo a la población por tener una serie de desechos quirúrgicos por más de 10 meses en el recinto y la Dirección de Salud nada que resuelve el inconveniente. “aquí hay trabajadores con 40 años de servicio y sólo exigimos un buen desempeño de autoridades para así atender como es debido al pueblo tinaquillero”.