EFE).- La campaña electoral venezolana volvió hoy a las calles con el presidente, Hugo Chávez, de visita a su estado natal y el candidato opositor, Henrique Capriles, en una nueva parada de su ruta por el país tras la convulsa jornada de ayer por una acusación de corrupción a la oposición.
Mientras el oficialismo insistió hoy en denunciar el supuesto caso de soborno en el que se vio implicado un diputado opositor que, a su juicio, demostraría una eventual financiación irregular de la campaña opositora, Capriles instó a pasar página de las “peleas” que el Gobierno trata de provocar en el marco de una constante “guerra sucia”.
“El candidato del Gobierno nos dice que si él pierde, hay guerra civil. Yo le digo a nuestro pueblo, la guerra es el candidato del Gobierno porque con el flaco habrá paz en Venezuela”, señaló Capriles en un mitin en Barquisimeto.El líder opositor aprovechó su visita al estado Lara (oeste) para rechazar unas declaraciones repetidas por el presidente, Hugo Chávez, sobre la posibilidad de que se desate “hasta una guerra civil” en el país si la oposición gana las elecciones y dijo que “la guerra” es Chávez.
Previamente, el aspirante presidencial instó a no perder el tiempo “en las peleas”. “No perdamos tiempo en lo negativo que todos los días quienes llevan 14 años en el Gobierno tratan de sembrar entre nosotros”, dijo en un acto ante centenares de sus seguidores en Carora.
Capriles, que ha recorrido más de 240 pueblos desde que inició la campaña el pasado 1 de julio, acusó al Gobierno de estar “montado en un tema de guerra sucia” viendo a ver cómo tratan de meter a la oposición “en su pantano y (…) de confundir, de meter miedo a las personas”.
Las palabras del exgobernador y abogado de 40 años se producen después de que ayer el oficialismo denunciara un presunto caso de soborno en su contra y mostrara un vídeo en el que se veía la entrega de dos sobres con dinero al diputado Juan Carlos Caldera, cercano a Capriles, aunque sin explicar la razón de ese pago.
El oficialismo pidió una investigación, mientras que Capriles reaccionó expulsando a Caldera de su campaña y secundando la petición de que se averigüe lo sucedido.
Caldera, por su parte, aseguró que se trató de un pago de un empresario venezolano para su campaña a una alcaldía de un municipio caraqueño y desvinculó a Capriles del evento.
Por su parte, el oficialismo insistió hoy en que hay que llegar hasta el fondo del caso.
El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, dijo que la institución investigará “hasta las últimas consecuencias” el presunto caso de soborno.
“Es la forma de financiar la campaña del candidato de la burguesía“, resaltó Cabello.El diputado señaló que en la investigación tienen que intervenir el resto de los poderes, como la Fiscalía o la Contraloría y acusó directamente a Capriles de ser “el responsable”.
Entretanto, el presidente Chávez volvió hoy a las calles y visitó su estado natal Barinas (suroeste) como parte de su campaña proselitista.
Tras varios días sin salir más allá del área de Caracas y el aledaño estado Vargas, el mandatario entregó hoy un complejo de casas subsidiadas a residentes en la capital barinesa y anunció que, después de Barinas, visitará la sabana de Apure y Portuguesa, estados colindantes.
Arropado por los vecinos de su estado natal, Chávez realizó un breve contacto con la televisión estatal en el que apenas habló de los cambios de su estado natal y de los “bienes” que le hizo su proyecto socialista.
Casi 19 millones de venezolanos están llamados a las urnas el próximo 7 de octubre para elegir al presidente para el periodo 2013-2019, con Chávez, de 58 años, y Capriles como principales favoritos.