“Nevera, laptop, comida light, cremas, plancha y secador de pelo eran algunos de los implementos que se podían hallar en el ordenado cuarto de la jueza María Lourdes Afiuni mientras estuvo recluida en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF)”, sentenció la exdefensora del pueblo del estado Miranda, Raiza Bastardo, quien calificó de “insólito” el libro “La Presa del Comandante”.
Bastardo explicó al diario La Región de Miranda que estuvo a cargo de la jueza en el año 2009 cuando ingresó al penal acusada por los delitos de corrupción, abuso de autoridad y favorecimiento por la evasión del empresario Eligio Cedeño.
"Semanalmente me reunía con ella, conversábamos y como el caso tenía a todas luces tinte político, desde su ingreso tuvimos un trato especial con ella a propósito de salvaguardarla y evitar que su reclusión se convirtiera en un circo mediático", expresó.
Explicó que lo que antes era conocido como Área de Admisión fue acondicionada por orden del Ministerio de Interior y Justicia (MIJ) y convertido en un espacio restringido constituido por pequeños cuartos para tratar casos especiales como reclusión de policías, guardias, juezas y abogadas, debido a que el resto de la población penal podía tomar represalias.
“Allí llegó Afiuni luego de ser chequeada por los médicos, ingresó a su cuarto, y aunque tenía una litera, siempre durmió sola, incluso, tenía un baño. Ante sus reiteradas solicitudes se hacían juntas de conducta y de seguridad para aprobar el ingreso de aparatos eléctricos, lo cual trajo molestias al resto de las presas, porque en el INOF no existen beneficios especiales para ninguna; sin embargo, luego entendieron que hacíamos esto para evitar que salieran con el tema de la violación de los derechos humanos, de los cuales soy defensora fehaciente”, detalló.
Bastardo: El único contacto de Afiuni con la GNB era cuando realizaban "lista y conteo"
A las concesiones que tenía Afiuni hay que sumarle el hecho de que recibía las visitas en su habitación, a diferencia del resto de las reclusas que se reúnen con sus familiares en el patio, según explicó Bastardo. “El único contacto que ella tenía con los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) era cuando se realizaba lo que conocemos como lista y conteo, procedimiento de rutina en el cual yo solía estar presente garantizando que todo se desarrollara bajo completa normalidad”, señaló.
En cuanto a los encuentros que sostenían ambas féminas en prisión, “ella me comentaba cosas para que se las diligenciara ante la directiva del penal pero jamás me habló de maltratos hacia su persona; tampoco me habló de malestares más allá de dolores de cabeza que pueden atacar, eventualmente, a cualquier persona”, refirió la exdefensora del Pueblo en Miranda.
Show de medios
A juicio de Bartardo, la jueza que obtuvo el beneficio de casa por cárcel en 2011 está echando mano de una “manera desesperada de llamar la atención. No resulta lógico que siendo su caso tan seguido de cerca por los medios de comunicación no sólo nacionales sino internacionales, esperara dos años para dar a conocer semejante situación”.
Añadió que si Afiuni hubiese sufrido algunos de los maltrados relatados en el libro, los hubiese aprovechado para dar fe de los abusos que se estarían cometiendo en el INOF. Opinó que la jueza aprovechó la salida de Venezuela de la Corte Interamericana de los Derechos humanos (Corteidh) para montar un "circo".
“Tengo experiencia penitenciaria desde el año 1993, cuando precisamente tomé las riendas del INOF, y si algo es fijo entre las presas es la solidaridad. Si Afiuni hubiera sido víctima de todas esas situaciones reveladas en ese libro las otras presas se hubieran echo eco de estas denuncias; no fue así, varias han desmentido todo lo relatado en esas páginas que quieren malponer al Gobierno que ha dado pasos agigantados por mejorar la situación penitenciaria del país. Con todo y lo chocante que puede sonar, un efectivo castrense no va a dañar su carrera por abusar de una presa; sin ánimos de ofender, allí están recluidas mujeres realmente hermosas y jovencitas, más llamativas que Afiuni, que si a ver vamos era una pran, no por el liderazgo que ejercía, porque nadie la seguía, sino por todos los beneficios de que gozaba", sostuvo Bastardo.