EFE) El Senado argentino convirtió hoy en ley la reforma bursátil impulsada por el Ejecutivo de Cristina Fernández, que pone fin a la autorregulación del mercado de capitales.
Con 43 votos a favor y 19 en contra, los senadores argentinos siguieron los pasos previos de la Cámara de Diputados y aprobaron también la Ley de Mercado de Capitales, que aumenta la intervención estatal en el mercado bursátil y favorece la irrupción de pequeñas y medianas empresas en la Bolsa.
El punto de mayor controversia es el artículo 20, que habilita a la Comisión Nacional de Valores (CNV) a disponer la intervención de veedores con facultad de veto y separación de los órganos de administración de la entidad privada, bajo el argumento de “defensa de las minorías”.
La ley delega en la CNV la autorización, registro y regulación de las diferentes categorías de agentes que pueden operar en la Bolsa, pone bajo su control a las calificadoras de riesgo y la habilita para establecer condiciones especiales que favorezcan la entrada de nuevas empresas.
Aníbal Fernández, senador del oficialista Frente Para la Victoria, dijo en la Cámara Alta que la ley quiere “regular la oferta y organizar el sistema financiero” y confía en que se va a “duplicar o triplicar la cantidad de empresas que participan” del mercado de capitales, que en la actualidad son 106.
Los objetivos de la reforma bursátil fueron cuestionados por el principal partido opositor, la Unión Cívica Radical, que votó en contra.
El senador radical aseguró que los verdaderos factores que determinan el incremento del mercado de capitales son “una menor inflación, sincerar los datos del Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos) y la seguridad jurídica”.
La ley por la que se regía hasta ahora el sector bursátil databa de 1968.