Corea del Norte lanzó el miércoles un cohete que habría puesto en órbita un satélite y reivindicó un "éxito" percibido como una amenaza por Estados Unidos, que pidió convocar al Consejo de Seguridad de la ONU para dar respuesta a un acto "provocador" del país asiático dotado del arma nuclear.
"El lanzamiento de la segunda versión de nuestro satélite Kwangmyongsong-3 desde el centro espacial de Sohae (...) es un éxito" y "el satélite entró en órbita, como estaba previsto", anunció triunfalmente en la televisión una presentadora ataviada con el traje tradicional coreano, un "hanbok" de color rosa.
La agencia oficial norcoreana KCNA resaltó un "éxito" y un "progreso" para la tecnología y la economía del hermético régimen comunista, y aseguró que tiene fines "pacíficos".
Según KCNA, el cohete despegó del centro espacial de Sohae (noroeste) a las 09H49 (00h49 GMT), o sea dos minutos antes de la hora anunciada por el ejército surcoreano, y el satélite fue puesto en órbita nueve minutos después.
El comando de la defensa aérea norteamericana (Norad) confirmó el éxito de la misión y que "un objeto" había sido puesto en órbita.
Corea del Norte, que últimamente realizó varios lanzamientos fallidos, asegura poseer misiles balísticos intercontinentales (ICBM) capaces de llegar al continente americano.
Estados Unidos, que no tiene relaciones diplomáticas con Pyongyang, calificó de "provocación" el lanzamiento.
"El lanzamiento de hoy es un acto altamente provocador que amenaza la seguridad de la región, viola directamente las resoluciones 1718 y 1874 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, infringe las obligaciones internacionales de Corea del Norte y mina los esfuerzos globales de no proliferación (nuclear)", afirmó en un comunicado el portavoz del Consejo norteamericano de Seguridad Nacional, Tommy Vietor.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se declaró "preocupado por las consecuencias negativas" de este acto "para la paz y la estabilidad de la región" y lo consideró como una "clara violación" de las resoluciones de Naciones Unidas.
El Consejo de Seguridad de la ONU prevé reunirse a las 11H00 locales en Nueva York (16H00 GMT), a solicitud de Estados Unidos y Japón. Un diplomático occidental prometió una "fuerte reacción".
China, aliada de Corea del Norte, señaló que "lamenta" el lanzamiento, efectuado "a pesar de las graves inquietudes de la comunidad internacional".
"China sostiene que el enfoque fundamental para garantizar la paz y la estabilidad en la Península Coreana debe ser encontrado a través del diálogo. Esperamos que las partes involucradas mantengan la calma", agregó el portavoz de la cancillería china, Hong Lei.
"Corea del Norte tiene derecho a utilizar el espacio con fines pacíficos, pero también está sometida a restricciones en virtud de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", agregó.
Japón denunció en cambio un acto "intolerable" y Corea del Sur condenó el lanzamiento y las "provocaciones" del Norte.
La Unión Europea amenazó con adoptar nuevas sanciones contra Corea del Norte, en tanto que la OTAN "condenó con firmeza" el lanzamiento e instó a Corea del Norte a "cumplir con sus obligaciones internacionales".
Rusia también indicó que lamenta profundamente este lanzamiento, que "desafía a la opinión internacional, incluyendo llamados de Moscú".
Corea del Norte se expone a nuevas sanciones internacionales, aunque China, influyente aliado, esgrimió siempre hasta ahora la amenaza de veto en el Consejo de Seguridad para limitar el alcance de las medidas.
Para Masao Okonogi, profesor en la Universidad Keio de Japón, Corea del Norte posee "la tecnología para enviar una ojiva a una zona determinada" y "representa ahora una amenaza real para Estados Unidos".
Los expertos opinan no obstante que Corea del Norte aún está lejos de poseer una potencia balística fiable, y que la puesta a punto de una capacidad nuclear que pueda ser trasladada por misil intercontinental tomará aún mucho tiempo.
Pero añaden que este éxito beneficiará al nuevo y joven dirigente norcoreano, Kim Jong-Un, para asentar su autoridad.
AFP