Ricky Martin alza la voz contra la homofobia y dice que saldría otra vez del closet
Ricky Martin alzó hoy su voz en la ONU contra la homofobia y advirtió que la discriminación contra las personas por su orientación sexual "sigue en la calle", durante un acto en la sede del organismo internacional en el que dijo que si tuviera que salir otra vez del armario "volvería a hacerlo".
"Estamos aquí para luchar por la igualdad, el amor y la justicia social", afirmó el cantante puertorriqueño durante su intervención en un evento contra la homofobia presidido por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que contó también con la participación de la estrella sudafricana Yvonne Chaka-Chaka.
Martin, que reiteró que la comunidad LGBT no está pidiendo más derechos de los que tienen los demás, lamentó que todavía haya gente en las redes sociales y periodistas que le digan "que ya han entendido que es homosexual y que deje de hablar de esos temas porque están cansados de escuchar el mismo mensaje".
"Desafortunadamente la homofobia sigue ahí en la calle (...) Por eso voy a seguir usando mi música para hablar de estos temas", añadió Martin, de quien el secretario general de la ONU se refirió como un "gran ejemplo" para los jóvenes homosexuales "y para el resto del mundo".
Martin contó que le llevó "un minuto" salir del armario después de "muchos años" viviendo "con miedo" porque, según recordó, creció escuchando "que si eres gay acabarás en el infierno", tras lo cual dijo que si tuviera que hacerlo de nuevo lo haría de nuevo porque fue "maravilloso".
"Tengo dos hijos maravillosos y no quiero que crezcan sin conocer a su padre o en un hogar marcado por la mentira", añadió Martin, quien reconoció que para hacer pública su orientación sexual tuvo que dejar de pensar en su cultura para poder hablar de honestidad a sus hijos.
Durante el acto, el secretario general de la ONU renovó su llamamiento a la comunidad internacional para acabar con las leyes que discriminan a las personas por su orientación sexual y lamentó que todavía queden en el mundo "más de 76 países" que siguen criminalizando la homosexualidad.
"Déjenme decirlo alto y claro. La comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) tiene los mismos derechos que los demás. Han nacido libres e iguales", afirmó Ban, para quien es un "escándalo" que en el mundo moderno se siga condenando a las personas por su orientación sexual.
Interrumpido en varias ocasiones por los aplausos del público, el secretario general denunció que leyes discriminatorias originadas "a partir de prejuicios del siglo 19" sigan hoy "alimentando el odio en el siglo 21", y lamentó que haya países que sigan aprobando nuevas leyes contra la comunidad LGBT.
Ban advirtió que no es una "opción" sino una "obligación" de los estados acabar con esas leyes y condenó que haya gobiernos que no las derogan amparándose en la oposición de la opinión pública, ya que la democracia "es más que el imperio de la mayoría" y requiere defender "a minorías vulnerables de mayorías hostiles".
"Queda un largo camino por recorrer pero estamos invirtiendo la tendencia sobre la discriminación en la ley y en la práctica. Poco a poco viejos prejuicios han empezado a disolverse", dijo Ban, quien en todo caso advirtió que otros siguen vigentes "con horribles consecuencias".
Así, denunció que persisten los ataques contra la comunidad LGBT, los asaltos, los casos de acoso y las burlas contra adolescentes, muchos de los cuales son "repudiados" por sus propias familias o forzados a casarse, "y en el peor de los casos empujados al suicidio".
Por último, el secretario general celebró los avances de los últimos años con "reformas de largo alcance" en Europa, el continente americano y algunos países de África y Asia, y aplaudió en concreto el caso de Argentina y su legislación "progresista" que autoriza el matrimonio homosexual.