El asma es la enfermedad crónica más común en la infancia
La crisis de asma ocurre cuando los músculos que forman parte de las vías respiratorias (vía aérea central y pequeña) se irritan e inflaman, ocasionando su estrechamiento y la producción de mayor cantidad de mucosidad; dificultando, a su vez, la cantidad de aire que pueda pasar a los pulmones. Esta patología es una de las más comunes en edad infantil.
Pelaje animal, polvo, cambios de clima, humo de tabaco, moho, polen, emociones fuertes, e incluso, el estrés son algunos de los principales desencadenantes del asma. No obstante, también existen factores genéticos, individuales y ambientales que incrementan la posibilidad de padecer la enfermedad.
“La gran mayoría de los pacientes pediátricos con asma llevan o pueden llevar una vida normal; sin embargo, las exacerbaciones pueden limitar las actividades diarias del niño generando, entre otros, ausentismo escolar, despertares nocturnos, vida social restringida y tiempo insuficiente para compartir con los hermanos”, destaca José Vicente Gil, neumopediatra.
El control de factores externos desencadenantes, alérgenos en casa y sensibilizantes ocupacionales son elementos importantes dentro del tratamiento en pacientes con asma; del mismo modo, las opciones farmacológicas a largo plazo son fundamentales para reducir los episodios de exacerbaciones.
Actualmente, existe una gran variedad de fármacos para el tratamiento del asma, tanto en adultos como niños; siendo los corticosteroides inhalados la opción preferida para el control del asma en niños debido a su relación terapéutica favorable. Existen además diversos dispositivos inhaladores disponibles para la aplicación del tratamiento y el uso de espaciadores en niños puede reducir los eventos adversos locales y sistémicos, además de facilitar el uso del inhalador.
“Los corticosteroides o corticoides son una variedad de hormonas del grupo de los esteroides y sus derivados; estos pueden elaborarse artificialmente para aplicaciones terapéuticas por sus propiedades antiinflamatorias ya que se activan al llegar a las vías aéreas del pulmón, reduciendo así la inflamación, y en consecuencia, los síntomas del asma”, explica Gil.
Para una mejor calidad de vida
Para reducir al máximo la exposición a agentes desencadenantes del asma, los especialistas recomiendan:
- Cubrir las camas con fundas "a prueba de alergias" y así reducir la exposición a los ácaros del polvo.
- Aspirar regularmente (en lugar de barrer).
- Usar sólo detergentes y materiales de limpieza sin fragancia en el hogar.
- Reducir los niveles de humedad para evitar la proliferación de moho.
- Limpiar regularmente los espacios del hogar
- Acudir al médico especialista quien indicará el tratamiento adecuado en cada caso
NOTA DE PRENSA