La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó que "Brasil perdió hoy uno de sus genios", al lamentar en una nota oficial el fallecimiento del centenario arquitecto Óscar Niemeyer, a quien definió como "revolucionario".
"Su historia no cabe en las planchetas. Niemeyer fue un revolucionario, el mentor de una nueva arquitectura, bonita, lógica y, como él mismo definía, inventiva", expresó Rousseff en una nota divulgada por el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia y una de las obras diseñadas por Niemeyer.
Niemeyer murió esta noche a los 104 años de edad en el Hospital Samaritano de Río de Janeiro donde estaba ingresado desde el pasado 2 de diciembre debido a problemas digestivos que se agravaron con otras complicaciones.
"De la sinuosidad de la curva, Niemeyer diseñó casas, palacios y ciudades. De las injusticias del mundo, él soñó una sociedad igualitaria", agregó la mandataria en su mensaje.
Rousseff no ahorró elogios hacia la figura del arquitecto, de quien dijo que fue "un gran brasileño".
"Y pocos soñaron tan intensamente e hicieron tantas cosas ocurrir como él", agregó la presidenta, quien recordó que Niemeyer, junto con Lucio Costa, es el "autor intelectual de Brasilia", la ciudad creada en medio de la nada en la década de los sesenta para ser la nueva capital de Brasil.
"Es día de llorar su muerte. El día de saludar su vida", concluyó Rousseff.
La muerte del arquitecto también fue lamentada por el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, quien lo definió como "un genio de la arquitectura mundial".
"Dulce en el trato, firme en sus convicciones y amado por el pueblo brasileño", así lo definió Cabral.
EFE