El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, advirtió que la caída hoy de un meteorito en la región de Cheliábinsk, en los montes Urales, y que dejó cientos cincuenta heridos, demuestra la vulnerabilidad del planeta.
"Espero que no haya consecuencias graves, sin embargo, eso (la caída del meteorito) es una prueba de que no solo la economía es vulnerable, sino todo nuestro planeta", dijo Medvédev, según las agencias rusas.
Medvédev se encuentra en la ciudad siberiana de Krasnoyarsk, donde participa en un foro económico internacional.
Por otro lado, el viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, abogó por crear un sistema de prevención y protección ante la caída de objetos espaciales.
"Tenemos que pensar en ello", afirmó Rogozin, quien agregó que ni Rusia, ni EE. UU. tienen tecnologías para abatir los meteoritos que representan una amenaza para la Tierra.
Recordó que ya había planteado esta propuesta cuando ocupaba el cargo de representante de Rusia ante la OTAN, sin embargo, la respuesta fue "escepticismo: (...) hubo cierta crítica, muchos se reían", dijo.
"Rusia y otros países grandes sí tienen un sistema de seguimiento y control del espacio, pero éste está orientado a vigilar las aproximaciones peligrosas de aparatos con basura espacial", recordó.
Mientras, el líder del Partido Liberal Democrático, el ultranacionalista Vladímir Yirinovski, conocido por sus extravagancias y sus salidas de tono en el Parlamento, aseguró que no fue un meteorito sino que "los estadounidenses están probando nuevas armas".
Afirmó que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, buscó el pasado lunes al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, para avisarle de "la provocación" que se preparaba contra Rusia.
EFE