El Ministerio de Exteriores de Bolivia dará un plazo para la salida de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), que acaba de ser expulsada, y considerará el factor "humano", informó el Gobierno.
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, dijo en una rueda de prensa en el Palacio de Gobierno que será la Cancillería la que establezca una "ruta para el abandono" que debe hacer Usaid y determine "qué es lo que tiene que entregar al Estado boliviano".
Al ser consultada sobre si habrá un tiempo de espera para ejecutar la expulsión anunciada por el presidente Evo Morales, Dávila señaló que "se trata también de considerar el tema humano" y que por ello la Cancillería fijará un plazo para esa salida.
Morales pidió el miércoles a su canciller, David Choquehuanca, notificar a Usaid que debe dejar Bolivia, tras acusarla de injerencia política y conspiración, aunque el Gobierno de Estados Unidos ha rechazado de plano esas denuncias.
Usaid trabaja en Bolivia desde 1964 en diversas áreas del desarrollo en las que desde entonces invirtió 2.000 millones de dólares, según un informe de la embajada de EE.UU. en La Paz.
La oficina de la agencia en Bolivia funciona con nueve estadounidenses y otros 37 funcionarios bolivianos, según informes provenientes de Washington.
Dávila replicó que "la mayor parte de los recursos de Usaid retornaron a Estados Unidos en los salarios, bastante elevados, que tenía todo este personal que trabajaba" en ese organismo.
Bolivia y Estados Unidos no tienen relación a nivel de embajadores desde 2008, cuando Morales también decidió expulsar a Philip Goldberg, acusándolo de una supuesta conspiración, y Washington replicó echando al embajador boliviano Gustavo Guzmán.
EFE