El gobierno español anunció este viernes un anteproyecto de ley que fijará estrictos límites a la actividad y dirección de las cajas de ahorros, cuya expansión incontrolada en los años 2000 precipitó la crisis del sector financiero del país.
Según este texto, examinado en consejo de ministros, las cajas españoles deberán concentrarse exclusivamente en la banca minorista y en el crédito a las pequeñas y medianas empresas, limitando su actividad a su región y su volumen de activos no podrá superar los 10.000 millones de euros.
Las cajas de ahorros españolas, muchas de ellas centenarias y muy centradas en sus regiones de origen, comenzaron a desarrollarse a partir de finales de los años 90, aumentando su cobertura geográfica y diversificando sus actividades, en particular en el sector inmobiliario.
Esta gran exposición al sector de la construcción, muy perjudicado desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, así como los problemas de dirección en algunas de ellas, había acabado por debilitar a estos actores financieros.
Tras una ola de fusiones y adquisiciones en los últimos años, la cuarta economía de la zona euro ya sólo cuenta con una docena de entidades financieras, frente a más de 40 antes de la crisis.
AFP