El nuevo Barcelona del brasileño Neymar da Silva y el argentino Gerardo 'Tata' Martino intentará iniciar, a partir de esta temporada, otro ciclo triunfal que mantenga a la entidad azulgrana en la elite del fútbol mundial.
Neymar lo hará como complemento de Leo Messi -el 'crack' del equipo- en el terreno de juego mientras que Martino intentará guiar al equipo catalán desde el banquillo.
El técnico de Rosario ha llegado, con la pretemporada ya planificada, como recambio de urgencia de Tito Vilanova, que ha recaído del cáncer que padece en la glándula parótida desde hace año y medio.
Con la retirada de Vilanova se escenifica, de la forma más inesperada, un fin de ciclo en el Barça, un lustro de éxitos que empezó con Pep Guardiola y sus catorce títulos y que, la pasada temporada, continúo quien fuera su segundo con la conquista de la Liga de los cien puntos.
Martino, admirador del fútbol del Barcelona y discípulo aventajado de su compatriota Marcelo Bielsa, llega al Camp Nou sabiendo que, en el club catalán, el estilo 'made in Barça' puede evolucionar, pero jamás se discute.
Por eso, el Tata ya dejó claro en su presentación que tenía la intención de tocar muy pocas cosas. Si acaso recuperar aquellas que se han ido perdiendo con el paso de tiempo, el desgaste del modelo y la borrachera de títulos y que habían convertido al Barcelona en uno de los mejores equipos de la historia.
Recuperar la presión arriba, la circulación de balón a velocidad de vértigo y mantener el hambre de triunfos son los principales retos que se ha marcado Martino en su primera temporada.
Para ello contará con la ayuda de una plantilla que apenas presenta variaciones respecto a la de la pasada temporada. Eric Abidal, David Villa y Thiago Alcántara se han ido, pero ha llegado Neymar, llamado a ser el nuevo ídolo de la afición culé hasta donde Messi se lo permita.
Lograr que el brasileño se integre lo antes posible y pueda formar una dupla mortífera con el argentino de los cuatro Balones de Oro, sin que el equipo se resienta en el plano colectivo, es otro de los retos del nuevo entrenador.
Con Carles Puyol todavía recuperándose de la artroscopia a la que se sometió la pasada temporada, el equipo aun debe reforzarse con una última pieza: el ansiado central.
Con el brasileño Thiago Silva totalmente descartado -el PSG se niega a vender- su compatriota David Luiz (Chelsea) y el danés Daniel Agger (Liverpool) son ahora los dos primeros de la lista.
En el centro del campo, una vez resuelta la duda sobre la continuidad de Cesc Fàbregas -pretendido por el Manchester United- Martino tiene la misión de hacer crecer al joven Sergi Roberto hasta convertirlo al menos en una pieza de recambio tan importante como lo era Thiago, que se ha marchado al Bayern de Guardiola en busca de más minutos.
Otro canterano, el mexicano Jonathan dos Santos, que no contaba para Vilanova, ha convencido al nuevo técnico, y finalmente se queda en el Barça para echar una mano en la medular.
En el capítulo de bajas, el Barcelona sigue intentando colocar de nuevo en el mercado a Isaac Cuenca e Ibrahim Afellay. Ambos fueron cedidos el año pasado al Ajax y al Schalke 04, respectivamente, y volvieron lesionados, lo que hace más complicado deshacerse de ellos antes de que finalice el plazo de contrataciones.EFE