El estado de Ohio, en Estados Unidos, ejecutó este miércoles a Harry Mitts Jr, de 61 años, condenado por asesinato y quien recibió la última dosis de inyección letal disponible, informaron fuentes judiciales.
Ohio se convirtió en el último estado de EE.UU. que se ve obligado a buscar métodos de ejecución alternativos después de que una compañía extranjera dejara de proveer los ingredientes de la inyección letal.
El ingrediente clave de la inyección, el pentobarbital, era proporcionado por la compañía farmacéutica danesa Lundbeck LLC, pero ésta se negó a continuar suministrando dosis a Estados Unidos debido a la oposición de la Unión Europea a la pena de muerte.
Mitts, quien permaneció en el corredor de la muerte durante más de 18 años por el asesinato de dos hombres, se convirtió así en el último preso de Ohio ejecutado mediante inyección letal.
El estado se ha comprometido a tener un nuevo protocolo para las ejecuciones en octubre, antes de la próxima ya programada, la del reo Ronald Phillips, fechada para el 14 de noviembre.
Otros estados del país también han alterado los fármacos utilizados en las ejecuciones, han cambiado las combinaciones de las drogas o han tratado de comprar nuevos suministros en el extranjero.
Antes de 2011, varios estados de EE.UU. utilizaban el anestésico tiopental de sodio como parte de sus inyecciones letales, pero la compañía suministradora, Hospira Inc, detuvo la producción de la droga ese año, obligando a los estados a buscar otras opciones, por lo que muchos decidieron hacer uso del pentobarbital, que ahora también es escaso. EFE
Ohio se convirtió en el último estado de EE.UU. que se ve obligado a buscar métodos de ejecución alternativos después de que una compañía extranjera dejara de proveer los ingredientes de la inyección letal.
El ingrediente clave de la inyección, el pentobarbital, era proporcionado por la compañía farmacéutica danesa Lundbeck LLC, pero ésta se negó a continuar suministrando dosis a Estados Unidos debido a la oposición de la Unión Europea a la pena de muerte.
Mitts, quien permaneció en el corredor de la muerte durante más de 18 años por el asesinato de dos hombres, se convirtió así en el último preso de Ohio ejecutado mediante inyección letal.
El estado se ha comprometido a tener un nuevo protocolo para las ejecuciones en octubre, antes de la próxima ya programada, la del reo Ronald Phillips, fechada para el 14 de noviembre.
Otros estados del país también han alterado los fármacos utilizados en las ejecuciones, han cambiado las combinaciones de las drogas o han tratado de comprar nuevos suministros en el extranjero.
Antes de 2011, varios estados de EE.UU. utilizaban el anestésico tiopental de sodio como parte de sus inyecciones letales, pero la compañía suministradora, Hospira Inc, detuvo la producción de la droga ese año, obligando a los estados a buscar otras opciones, por lo que muchos decidieron hacer uso del pentobarbital, que ahora también es escaso. EFE
