Eche un vistacito y medite. Al margen de que es un tema que afecta a muchos pescadores artesanales, resulta bastante irrisorio ver una notoria “preocupación” por ellos ahora que esta situación limítrofe afecta mayormente a la familia Angelini y a 6 familias adicionales que gracias a la Ley Longueira, se adueñaron de nuestros recursos pesqueros. Empresarios sin patria ni bandera, que someten a sus trabajadores a condiciones laborales que son absolutamente inconsecuentes e impropias de un país miembro de la OCDE.
Entonces, asoma de inmediato la duda.
¿Qué es lo que realmente estamos defendiendo?…¿se justifica este pseudopatriotismo soterrado que vemos en la clase política, la misma que llama a la unidad nacional y a la defensa de la postura chilena, cuando esa misma clase regala nuestros recursos a extranjeros en el Congreso y en La Moneda? ¿Qué clase de teleserie es esta, en la que cuando se ven amenazados intereses privados, se acuerdan con orgullo de esos mismos trabajadores pesqueros que el resto del año olvidan y explotan?
Para meditar…juzgue usted.
Fuente de la foto superior: El Clarín de Chile
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