Debido al alto índice de criminalidad de nuestro país, algunos integrantes de la comunidad de de Venezuela fundaron el movimiento voluntario Cada Vida Importa.
Este colectivo, sin afiliación partidista o religiosa, rápidamente agrupó a múltiples escuelas e instructores de yoga tanto a escala nacional como internacional.
Tomás Rodríguez, miembro fundador de Cada Vida Importa, indicó que la razón de ser del movimiento se centra en emplear el ejemplo y las acciones para generar realidades.
"Queremos llevar nuestro mensaje y acciones de respeto hacia la vida a toda la sociedad venezolana", comentó Rodríguez.
El pasado sábado 18 de noviembre se realizó la primera acción del movimiento en la Plaza Brion de Chacaito, donde los practicantes de yoga, dentro y fuera de Venezuela, se reunieron con su clamor de paz y no violencia a través de 27 salutaciones al sol, la entonación del mantra OM durante cinco minutos, seguidos de cinco minutos de absoluto silencio en honor a las miles de víctimas que han muerto en hechos violentos en el país en los últimos años.
Acciones similares se llevaron a cabo en diversas ciudades del interior, tales como Anaco, Barquisimeto, Cumaná, Guanare, La Guaira, Margarita, Maracaibo, Maturín, Puerto La Cruz, San Cristóbal, Puerto Ordaz y Valencia.
También, más allá de nuestras fronteras, la intervención de yoga de Cada Vida Importa se repitió en Bélgica, Bolivia, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, India, Israel, México, Panamá y Tailandia.