La enviada especial del Secretario General para la región de los Grandes Lagos, Mary Robinson, y el representante de la ONU para la República Democrática del Congo, Martin Kobler, informaron hoy al Consejo de Seguridad de los avances logrados en dicha región de África y en este país, aunque persisten numerosos retos que deben afrontarse sin demora.
Kobler aludió a la situación de seguridad en la República Democrática del Congo, donde unos 4.000 combatientes han abandonado las armas en el último año y alrededor de medio millón de desplazados han regresado a sus hogares.
"No hay duda de que las condiciones de seguridad han mejorado de forma importante desde el último año. Sin embargo, el conflicto persiste; la situación sigue siendo frágil y no es irreversible", declaró Kobler, que también es el jefe de la Misión de la ONU en ese país (MONUSCO).
Explicó que se calcula que unos 1.500 milicianos del grupo denominado Fuerzas Democráticas de Liberación de Rwanda (FDLR) permanecen en el país y afirmó que su fin contribuirá a alterar la situación de inseguridad que impera ahora en el este y en toda la región.
Mary Robinson aseguró que se mantiene animada por las perspectivas y oportunidades que genera el Acuerdo Marco para la Paz, la Seguridad y la Cooperación en esa región, y por los logros conseguidos hasta ahora en ese contexto y resaltó que de cara al futuro, el apoyo internacional a la región de los Grandes Lagos sigue siendo algo crucial.
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