Los problemas del persistente desempleo y la baja calidad de los trabajos en los países del G20 se mantendrán hasta el 2018 si no se impulsa el crecimiento, apunta un informe presentado este lunes en la ciudad australiana de Melbourne.
"Los países del G20 necesitan más y mejores empleos como base para el crecimiento sostenido y el bienestar de sus sociedades", señala el documento previo a la reunión de ministros de Empleo del Grupo de los Veinte (G20) que se celebra entre el 10 y el 11 en Melbourne.
El informe advierte de la necesidad de mejorar la productividad y salarios, las oportunidades de trabajo y sus resultados entre aquellos grupos afectados por la crisis, las mujeres y jóvenes, reza el documento elaborado por la Organización Internacional del Trabajo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y el Banco Mundial.
"Necesitamos crear unos 600 millones de trabajos adicionales en todo el mundo en los próximos doce meses para mantener las tasas de empleo estables y hacer frente al crecimiento de la población", indicó Nigel Twose, jefe de la delegación del Banco Mundial a la reunión del G20 en Melbourne, en un comunicado.
"Hay pocas dudas de que hay una crisis mundial en el empleo", remarcó Twose.
Los tres organismos financieros recuerdan que existen más de cien millones de personas desempleadas en las economías del G20 y que la débil actuación del mercado laboral amenaza a la recuperación económica al restringir el consumo y las inversiones.
El informe titulado "Mercados laborales G20: previsiones, retos claves y respuestas políticas" señala que el crecimiento salarial se ha rezagado respecto al crecimiento de la productividad en muchos países del G20 y, además, se ha ahondado la brecha de los ingresos salariales.
Asimismo los salarios reales se han estancado en muchas economías avanzadas del G20, mientras que en las emergentes, los altos niveles de subempleo e informalidad están frenando los resultados y el futuro de la productividad.
"Quizás uno de los hallazgos más preocupantes en este informe es que más de la mitad de la fuerza de trabajo en los países emergentes del G20, que es una cifra impactante de 837 millones de trabajadores, son pobres o estuvieron ligeramente por encima de la línea de la pobreza el año pasado", enfatizó el jefe de la delegación del Banco Mundial.
El análisis pone énfasis en los cambios demográficos y la necesidad de adoptar medidas coordinadas en el seno del G20 para crear empleos y respecto a la protección social, el diálogo social, los derechos laborales y la seguridad en el trabajo.
"Los países del G20 necesitan más y mejores empleos como base para el crecimiento sostenido y el bienestar de sus sociedades", señala el documento previo a la reunión de ministros de Empleo del Grupo de los Veinte (G20) que se celebra entre el 10 y el 11 en Melbourne.
El informe advierte de la necesidad de mejorar la productividad y salarios, las oportunidades de trabajo y sus resultados entre aquellos grupos afectados por la crisis, las mujeres y jóvenes, reza el documento elaborado por la Organización Internacional del Trabajo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y el Banco Mundial.
"Necesitamos crear unos 600 millones de trabajos adicionales en todo el mundo en los próximos doce meses para mantener las tasas de empleo estables y hacer frente al crecimiento de la población", indicó Nigel Twose, jefe de la delegación del Banco Mundial a la reunión del G20 en Melbourne, en un comunicado.
"Hay pocas dudas de que hay una crisis mundial en el empleo", remarcó Twose.
Los tres organismos financieros recuerdan que existen más de cien millones de personas desempleadas en las economías del G20 y que la débil actuación del mercado laboral amenaza a la recuperación económica al restringir el consumo y las inversiones.
El informe titulado "Mercados laborales G20: previsiones, retos claves y respuestas políticas" señala que el crecimiento salarial se ha rezagado respecto al crecimiento de la productividad en muchos países del G20 y, además, se ha ahondado la brecha de los ingresos salariales.
Asimismo los salarios reales se han estancado en muchas economías avanzadas del G20, mientras que en las emergentes, los altos niveles de subempleo e informalidad están frenando los resultados y el futuro de la productividad.
"Quizás uno de los hallazgos más preocupantes en este informe es que más de la mitad de la fuerza de trabajo en los países emergentes del G20, que es una cifra impactante de 837 millones de trabajadores, son pobres o estuvieron ligeramente por encima de la línea de la pobreza el año pasado", enfatizó el jefe de la delegación del Banco Mundial.
El análisis pone énfasis en los cambios demográficos y la necesidad de adoptar medidas coordinadas en el seno del G20 para crear empleos y respecto a la protección social, el diálogo social, los derechos laborales y la seguridad en el trabajo.
EFE