Un terremoto de una magnitud de 5,6 grados en la escala de Richter se registró hoy en el centro de Japón, incluido Tokio, sin que se haya informado de daños ni emitido una alerta de tsunami.
La Agencia Meteorológica de Japón indicó que el sismo se produjo a las 12.28 hora local (3.28 GMT) con su epicentro en el sur de la región de Ibaraki, a unos 44 kilómetros al noreste de Tokio.
El hipocentro se situó a unos 50 kilómetros de profundidad, según la agencia.
El terremoto alcanzó una intensidad de 5 inferior en la escala japonesa cerrada de 7 grados (centrada en las zonas afectadas más que en la intensidad del temblor) en las provincias de Ibaraki, Tochigi, Gunma y Saitama.
Según la televisión pública NHK, el sismo no ha producido ningún daño reseñable aunque los servicios de tren bala entre Tokio y las ciudades de Koriama y Odawara ha sido suspendido para revisar la seguridad de las vías.
Por otra parte, no se ha registrado ningún tipo de anomalía en las centrales nucleares de las provincias afectadas, incluida Fukushima Daichi.
Japón se asienta sobre el llamado anillo de fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia por lo que las infraestructuras están especialmente diseñadas para aguantar los temblores.
La Agencia Meteorológica de Japón indicó que el sismo se produjo a las 12.28 hora local (3.28 GMT) con su epicentro en el sur de la región de Ibaraki, a unos 44 kilómetros al noreste de Tokio.
El hipocentro se situó a unos 50 kilómetros de profundidad, según la agencia.
El terremoto alcanzó una intensidad de 5 inferior en la escala japonesa cerrada de 7 grados (centrada en las zonas afectadas más que en la intensidad del temblor) en las provincias de Ibaraki, Tochigi, Gunma y Saitama.
Según la televisión pública NHK, el sismo no ha producido ningún daño reseñable aunque los servicios de tren bala entre Tokio y las ciudades de Koriama y Odawara ha sido suspendido para revisar la seguridad de las vías.
Por otra parte, no se ha registrado ningún tipo de anomalía en las centrales nucleares de las provincias afectadas, incluida Fukushima Daichi.
Japón se asienta sobre el llamado anillo de fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia por lo que las infraestructuras están especialmente diseñadas para aguantar los temblores.
EFE