El primer contingente de tropas australianas destinadas a combatir a los milicianos del Estado Islámico (IS) en Irak partieron con destino a la base del país oceánico en Oriente Medio, informó este lunes el primer ministro, Tony Abbott.
Este primer despliegue, cuyo número no ha sido precisado por las autoridades, forma parte del total de 600 soldados que estarán acantonados en una base ubicada en los Emiratos Árabes Unidos, agregó Abbot, quien se encuentra esta semana en Arhem Land, una remota zona aborigen del norte de Australia.
Australia también aportará varios cazas y aviones de apoyo en respuesta a una petición de EE.UU. para contribuir a la lucha internacional contra el EI.
En entrevista con la emisora australiana 3AW, Abbott indicó que "más personal partirá en los próximos cuatro o cinco días", al insistir en que se trata de una misión humanitaria "más que una guerra".
Si bien se tiene en cuenta la posibilidad de una implicación en operaciones de combate bajo las circunstancias adecuadas, esta decisión no se adoptará hasta que su Gabinete evalúe todos los riesgos, el Gobierno iraquí se lo pida y la ONU, que celebra su asamblea este mes, dé el visto bueno.
El primer ministro conservador también confirmó que el despliegue de aviones y de personal militar en Oriente Medio costará a Australia unos 452 millones de dólares (349 millones de euros).
Asimismo, Abbott rechazó informes periodísticos que indican que Australia estaría ayudando sin querer al Partido de Trabajadores del Kurdistán, incluido en la lista australiana de grupos terroristas desde 2005 y que trabaja con las fuerzas kurdas.
Abbott aclaró que las fuerzas especiales australianas solamente trabajarán con las fuerzas legítimas iraquíes y kurdas, "no con otros grupos", y enfatizó que se le ha garantizado a su país que las armas que se entregan a las fuerzas kurdas son usadas solamente por ellos, según la agencia local AAP.
Este primer despliegue, cuyo número no ha sido precisado por las autoridades, forma parte del total de 600 soldados que estarán acantonados en una base ubicada en los Emiratos Árabes Unidos, agregó Abbot, quien se encuentra esta semana en Arhem Land, una remota zona aborigen del norte de Australia.
Australia también aportará varios cazas y aviones de apoyo en respuesta a una petición de EE.UU. para contribuir a la lucha internacional contra el EI.
En entrevista con la emisora australiana 3AW, Abbott indicó que "más personal partirá en los próximos cuatro o cinco días", al insistir en que se trata de una misión humanitaria "más que una guerra".
Si bien se tiene en cuenta la posibilidad de una implicación en operaciones de combate bajo las circunstancias adecuadas, esta decisión no se adoptará hasta que su Gabinete evalúe todos los riesgos, el Gobierno iraquí se lo pida y la ONU, que celebra su asamblea este mes, dé el visto bueno.
El primer ministro conservador también confirmó que el despliegue de aviones y de personal militar en Oriente Medio costará a Australia unos 452 millones de dólares (349 millones de euros).
Asimismo, Abbott rechazó informes periodísticos que indican que Australia estaría ayudando sin querer al Partido de Trabajadores del Kurdistán, incluido en la lista australiana de grupos terroristas desde 2005 y que trabaja con las fuerzas kurdas.
Abbott aclaró que las fuerzas especiales australianas solamente trabajarán con las fuerzas legítimas iraquíes y kurdas, "no con otros grupos", y enfatizó que se le ha garantizado a su país que las armas que se entregan a las fuerzas kurdas son usadas solamente por ellos, según la agencia local AAP.
EFE