Eduardo Orozco
A petición de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP) reunida en su I Convención del 20 de agosto de 1946, la Junta de Gobierno decretó ese mismo año la creación de la Escuela de Periodismo que inició sus actividades en la Universidad Central de Venezuela el 24 de octubre de 1947 bajo la dirección de el antropólogo Miguel Acosta Saignes.
La ceiba de la esquina de San Francisco fue testigo mudo del acto de apertura de los estudios universitario para periodistas activos que, a los dos años, produjo la memorable promoción “Leoncio Martínez”.
En 1952, la Escuela es adscrita, como una sección, a la Facultad de Humanidades de la UCV, pero la universidad es clausurada por la dictadura militar de Pérez Jiménez y no es hasta 1958, con la reapertura, que recupera su categoría de Escuela de Periodismo bajo la dirección del profesor Héctor Mujica.
La Escuela se transforma en Escuela de Comunicación Social en febrero de 1970, a consecuencia del proceso de “renovación” y la licenciatura se logra después de 5 años de estudios.
Ha sido una constante evolución que se ha replicado en nuevas escuelas universitarias de Comunicación Social que hoy suman unas 20 diseminadas por todo el país.
Vocación universitaria
Debemos destacar este hecho mencionado arriba que representa la vocación profesional del periodista desde sus primeros pasos en el oficio. Más allá del repetido debate sobre la pertinencia de los estudios de periodismo, es evidente que el gremio organizado, desde el primer momento, sintió la necesidad de formación académica y ha sido una constante en la historia de su evolución profesional.
El ejercicio del periodismo y la comunicación social en Venezuela se han desarrollado en una estrecha vinculación con las reivindicaciones de los gremios organizados, primero como Asociación Venezolana de Periodistas, desde 1941, y luego como Colegio Nacional de Periodistas (CNP) desde 1972 cuando es creado por la Ley de Ejercicio del Periodismo. La AVP desaparece y renace como Colegio reivindicando el título universitario como requisito para ejercer profesionalmente.
Amenazas a los derechos democráticos, a la libertad de expresión y al derecho a la información, amenazas a la propia existencia del gremio organizado, campañas contra el título universitario, política gubernamental de censura y de promoción de la autocensura, son situaciones que han tenido que enfrentar los periodistas a lo largo de 73 años (desde 1941). Sin embargo, en todo momento, el gremio, los estudiantes y las escuelas han compartido la misma trinchera en defensa de la dignidad y el derecho a definir su propio camino.
Este es el camino construido por los periodistas venezolanos: con un gremio organizado, con estudios universitarios y con una Ley de Ejercicio. Hoy estamos viviendo días terribles que amenazan estas conquistas para establecer un régimen hegemónico, autoritario y anacrónico. De nuevo las circunstancias exigen a estos actores fortalecer sus vínculos y sus fuerzas para seguir avanzando en medio de los retos de la tecnología y los cambios culturales y derrotar a quienes manosean el proyecto de la división, la descalificación, la destrucción del CNP y el desconocimiento a la profesionalización