El 16 de noviembre de 2003, cuando en el minuto 75 del amistoso Oporto-Barça entró Leo Messi en lugar de Fernando Navarro, pocos se imaginaban que estaban viendo debutar al que unos años más tarde se iba a convertir en el mejor jugador de la historia del conjunto azulgrana y para muchos de la historia del fútbol mundial.
Con la timidez del joven de la cantera que 'sube' al primer equipo y que once años más tarde todavía podemos presumir en su rostro en muchas ocasiones, Messi ya dejó destellos de su habilidad en aquella primera actuación. No era azulgrana sino dorada la primera camiseta que vistió con el primer equipo del Barça, quizá un presagio de los cuatro balones de oro que iba a cosechar en el futuro. Sorprendió especialmente el aspecto de niño que tenía Messi, con 16 años cumplidos, su rostro y su estatura hacían imposible creer lo que era capaz de hacer con el balón. Ya era el tercer debutante más joven de la historia del Barça.
En estos años Messi ha dejado miles de imágenes para el recuerdo. Goles, títulos, celebraciones, alegrías, tristezas... pero la primera, la que le dio a conocer e hizo recordar su nombre a los aficionados del Barça, como él mismo había advertido tiempo atrás en una campaña publicitaria, esa primera estampa está grabada a fuego en la retina de los seguidores azulgrana.
Después de todo este tiempo, Messi sigue en activo en el Barça. No ha vestido ninguna otra camiseta -salvo la de su selección- y cada vez da caza a más récords, todos ellos en busca de títulos con su equipo. Por mucho que algunos pretendan 'retirarle' antes de tiempo, Messi mantiene eso que le ha hecho único y aún le quedan muchos años de fútbol. De momento, han pasado once ya.