Las Águilas del América dieron un baile alTigres, que terminó con ocho jugadores sobre el terreno de juego, para vencerlo 3-0 y ganar el cetro del torneo Apertura 2014 del fútbol mexicano, su duodécimo título de liga.
Michael Arroyo (m.35), Pablo Aguilar (m.62) y Oribe Peralta (m.78) convirtieron por las Águilas de Antonio Mohamed, que puso al equipo como el máximo ganador de torneos de liga con 12, uno más que las Chivas de Guadalajara.
Las Águilas, que perdieron el encuentro de ida por 1-0, salieron a presionar desde el primer minuto y en el 9 crearon peligro con Arroyo aunque su lanzamiento salió por encima del arco.
El duelo se detuvo unos instantes porque algunos aficionados utilizaron rayos láser para molestar al portero de Tigres, Nahuel Guzmán; después de eso el partido se mantuvo con gran intensidad.
El argentino Damián Álvarez, naturalizado mexicano, hizo un desequilibrio en el 33 y puso un servicio al ecuatoriano Joffre Guerrón, quien llegó tarde y dejó ir una buena oportunidad para los visitantes.
Tres minutos después, Álvarez falló un pase y Arroyo se hizo con la pelota, burló al defensa y disparó con la zurda cruzado para poner el 1-0, que puso la igualdad en la final.
Aguilar sorprendió a la defensa con un cabezazo tras un saque de esquina para marcar el 2-0 y decidir el partido en el 62, a partir de lo cual el partido perdió toda la gracia con los jugadores de Tigres desconcentrados, el árbitro empeñado en aplicar el reglamento de forma casi militar y el buen fútbol lejos de la cancha.
En el 64 el colombiano Hernán Darío Burbano malogró una oportunidad manifiesta de gol de Miguel Layún y fue expulsado por Tigres, en el 66 Damián Álvarez tiró una manotazo de esos que ocurren cada domingo en la liga sin que pase mucho y recibió tarjeta roja y en el 73 el portero Nahuel Guzmán hizo una entrada con fuerza y también fue expulsado, con lo que Tigres quedó con ocho.
Oribe Peralta convirtió de derecha en el 78 para completar la goleada y, tras un altercado, el árbitro expulsó a Luis Ángel Mendoza por el América que bajó el ritmo ante un contrario derrotado sin oportunidades de lucha.
EFE