Santander y BBVA superan la primera prueba de estrés de la Reserva Federal
La Reserva Federal certifica que las filiales estadounidenses de los grupos financieros españoles Santander y BBVA cuentan con el colchón de liquidez suficiente para hacer frente a una crisis severa en Estados Unidos. Las pruebas de resistencia fueron aprobadas por todas las entidades sometidas durante los últimos meses al riguroso examen del principal supervisor de la gran banca. La semana que viene se conocerá también si la Fed aprueba sus planes de capital.
El Banco Central de EE UU revisa todos los años el balance de los grandes grupos financieros que operan en el país para determinar si están en condiciones de soportar una recesión profunda, el derrumbe de otra gran firma de Wall Street o una volatilidad extrema de los mercados. En total, 31 entidades con más de 50.000 millones de dólares en activos se sometieron a las pruebas, en la que se contempla un paro del 10%, una depreciación del 25% en la vivienda y uan caída del 60% en el parqué bursátil.
En un escenario hipotético de crisis profunda perderían 490.000 millones. El examen anual de la Fed sirve así para determinar el capital que los bancos pueden destinar a los programas de recompra de acciones y de reparto de dividendos entre los accionistas sin poner a riesgo sus balances. Pero el sector financiero considera que estas pruebas son confusas y "demasiado estresantes" para los gestores, en palabras de Lloyd Blankfein, consejero delegado de Goldman Sachs.
El banco central de EE UU ya puso objeciones en marzo de 2014 a los planes de capital de Citigroup y de las filiales estadounidenses de HSBC, de Royal Bank of Scotland y del Santander. La prensa de Wall Street anticipó días atrás que es probable que el grupo español suspenda otra vez junto al conglomerado financiero alemán Deutsche Bank, que se estrena en el examen. Es el detalle que más interesa a los inversores, porque eso determinará el retorno a los accionistas.
Esta parte de las pruebas de resistencia se conocerá el miércoles. El ratio (Tier 1) que da al Santander Holdings relativo a la fortaleza de su balance en una situación extrema es del 9,4%, mientras que para el BBVA Compass es del 6,3%. Deutsche Bank tiene un 34,7%, el más alto. Zions Bancorporation, que suspendió en 2014, lo superó por una décima, con el 5,1%. La media de todas las entidades ha sido del 8,2%, frente a un ratio actual agregado del 11,9%.
Es el segundo año que la Fed incluye a filiales de bancos extranjeros en su examen. El resultado se conoce la misma semana en la que el grupo Santander anunció un cambio de mando en su filial en EE UU, para poner a Scott Powell en el puesto de consejero delegado que ocupaba Román Blanco. El ejecutivo estuvo al frente del negocio de banca minorista de JPMorgan Chase y trabajó también en Citigroup. Blanco, por su parte, llevará Santander Bank.
El suspenso el pasado año al plan de capital puso en evidencia los problemas que arrastra el grupo español en EE UU. Por eso el nombramiento del directivo de JPMorgan se interpreta como una maniobra para poner orden y mejorar la relación con la Fed. Así se entiende también el fichaje en diciembre de Timothy Ryan, responsable de regulación en el mayor banco de EE UU
EL PAIS