La modelo dejó crecer su cabello a la altura del mentón, abandonando su antiguo corte, y también deshaciéndose de las extensiones que alguna vez usó.
Según la prensa internacional, el cambio de Anderson resultó ser un acierto estético y el sitio "E!", por ejemplo, lo define como "elegante y maduro".
Esta transformación se suma a una serie de modificaciones que la canadiense ha hecho en su vida durante este último tiempo, como su segundo divorcio con Rick Salomon y su decisión de alejarse de los medios de comunicación.