Un jurado popular de Estados Unidos decidió fallar en contra de Chrysler adjudicándoles la responsabilidad del fallecimiento de un menor de cuatro años de edad en un accidente de tránsito,exigiéndole al fabricante un pago de US$ 150 millones.
Este fallo corresponde a un proceso iniciado en 2012, cuando la familia de Remington Walden viajaba en un Jeep Grand Cherokee año 1999 que fue embestido por atrás, provocando "un infierno" al incendiarse el depósito de combustible.
Justamente la ubicación del depósito es el argumento de la justicia para sancionar al fabricante, ya que la agencia que regula la seguridad de tráfico en carretera había exigido a Chrysler un cambio en el diseño de las Jeep para reducir el riesgo de incendio.
Además, el jurado sostuvo que Chrysler no informó de adecuadamente a los dueños del modelo Grand Cherokee 99 el riesgo que corrían en caso de sufrir un choque en la parte trasera, lo cual lo vuelve "99% responsable de la muerte de Walden".