La primera vacuna contra la malaria en llegar a la Fase III de su ensayo clínico, conocida como RTS,S/AS01, resulta eficaz en niños y podría empezar a comercializarse en octubre de este año, según un estudio publicado este viernes por la revista británica "The Lancet".
El informe revela que la eficacia de esta vacuna frente a la malaria severa es mayor en los bebés que en los recién nacidos, pero que su efectividad al cabo de un tiempo disminuye ligeramente en ambos grupos.
Además, según los resultados que publica "The Lancet" muestran que gracias a la RTS,S/AS01 se podrían prevenir un alto número de casos de paludismo, especialmente en las zonas con alta transmisión.
"Pese a la disminución de su eficacia con el paso del tiempo, los beneficios de la RTS,S/AS01 son indudables", señala Brian Greenwood, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
"En 2013 alrededor de 198 millones de personas se vieron afectadas por la malaria, por lo que el nivel de eficacia de esta vacuna se traduce en millones de casos de bebés enfermos que podrían evitarse", explica Greenwood.
Esta nueva vacuna ha sido desarrollada para su empleo en países del África subsahariana, donde la enfermedad mata actualmente a aproximadamente 1.300 niños cada día.
La tercera fase del ensayo clínico de la vacuna se probó en un total de 15.459 bebés, de entre seis y 12 semanas de vida y de entre cinco y 17 meses, en su primera inoculación, en once zonas de siete países subsaharianos (Burkina Faso, Gabón, Ghana, Kenia, Malawi, Mozambique y Tanzania) con diferentes niveles de transmisión de malaria.
"La Agencia Europea del Medicamento (EMA) evaluará la calidad, seguridad y eficacia de la vacuna, y, si da su visto bueno, la Organización Mundial de la Salud (OMS) podría recomendar el uso de la RTS,S/AS01 para el mes de octubre de este año", indica el profesor Greenwood.
"En el caso de recibir el visto bueno, ésta sería la primera vacuna autorizada para combatir una enfermedad parasitaria en el ser humano", agregó Greenwood.
Se estima que cerca de 600.000 personas mueren cada año en África, en su mayoría menores de cinco años, víctimas la malaria, que es producida por el parásito Plasmodium falciparum, cuyos vectores son diversas especies del mosquito del género Anopheles. EFE