Al menos 2.269 combatientes del grupo terrorista Estado Islámico (EI) han muerto en los últimos seis meses por los ataques de la coalición internacional liderada por EEUU en Siria, según los datos publicados este sábado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De esas bajas, la mayoría eran extranjeros, que perecieron por los bombardeos de aviones y el lanzamiento de proyectiles y cohetes por la alianza internacional contra posiciones del EI en las provincias sirias de Hama y Homs, en el centro; Alepo, en el noroeste, y Al Hasaka, Al Raqa y Deir al Zur, en el noreste.
Estos ataques también causaron la muerte de al menos 132 civiles sirios, entre los que había 42 menores de edad y 25 mujeres. En esta cifra se incluye a las 62 personas que perdieron la vida por un bombardeo contra el pueblo de Bir Mahali, al sur de Kobani (norte), la noche del 30 de abril al 1 de mayo.
Además, la alianza tuvo como blanco bases del Frente al Nusra -filial siria de Al Qaeda- en el norte de Alepo e Idleb, donde al menos 105 de sus miembros fallecieron.
A estas víctimas se suma un rebelde de una brigada islamista siria que murió por un ataque de aviones internacionales contra un cuartel del EI en Al Raqa, su bastión principal en Siria, donde estaba retenido.
En la última semana, se ha puesto en entredicho la estrategia de EEUU y de la coalición para derrotar el EI en Siria e Irak, debido a los recientes avances de los radicales en ambos países.
La alianza internacional inició los bombardeos en el territorio sirio el 23 de septiembre pasado, después de que lo hiciera el mes anterior en Irak.
En ambos Estados, el EI proclamó a finales de junio de 2014 un califato.
EFE