(Caracas, 16 mayo. EFE).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó hoy de “extraordinaria” la reunión que sostuvo en Caracas con el emir de Catar, Tamim bin Jamad al Zani, y en la que se afinaron proyectos en el campo energético, turístico, minero y agroalimentario.
En declaraciones a periodistas desde el palacio presidencial, tras despedir al emir, Maduro declaró que en la conversación de “casi hora y media” se trataron temas de “inversiones conjuntas en el campo petrolero, gasífero, de refinación, en el campo del turismo, de la minería (…) agroalimentario”.
Indicó que se conversó sobre continuar construyendo “la red bilateral de proyectos que vayan construyendo, en la profundidad, los procesos de acercamiento sur-sur entre Catar y Venezuela”.
Reveló que también se trataron aspectos relacionados con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de la que los dos países forman parte, como la “recuperación progresiva paulatina del mercado petrolero, de su estabilidad”.
“Hoy por hoy estamos trabajando para un acuerdo que ojalá pudiera fructificar en junio en función de un anuncio entre la OPEP y algunos productores más importantes del mundo para terminar de estabilizar el segundo semestre”, anunció Maduro desde el palacio presidencial de Miraflores.
Venezuela defiende desde hace meses que el precio del barril de petróleo debe rondar los 100 dólares la unidad, muy lejos de los 57 en los que cerró hoy la cesta venezolana.
La búsqueda de un consenso para aumentar los precios del crudo llevó a Maduro a principios de año y a la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en abril, a visitar varios países de la OPEP y otros productores de petróleo.
“El mayor interés de Venezuela y de la OPEP, y que estamos levantando en estas conversaciones, es que el precio se pudiera estabilizar alrededor de 100 en el mediano plazo”, insistió hoy Maduro.
Venezuela es el quinto exportador mundial de crudo con ventas de alrededor de 3 millones de barriles de petróleo diarios que proporcionan más del 90 por ciento de las divisas que recibe el país y la mitad de los ingresos del presupuesto nacional, calculado para 2015 sobre un precio del barril de 60 dólares.