Las batallas con los más pequeños a la hora de comer pueden ser un estrés para toda la familia. Es frustrante cuando pasas mucho tiempo preparando una comida y terminas tirando la mayor parte porque tu bebé se rehúsa a comerlo.
A muchos padres les preocupa que su hijo no esté comiendo lo suficiente para obtener la energía que necesita o que esté comiendo demasiadas cosas que no le hacen bien.
Todos hemos oído sobre la creciente crisis de obesidad infantil, pero ¿qué se puede hacer cuando tu hijo se niega tajantemente a comer frutas y verduras?
El presentador del canal infantil de la BBC CBeebies Alex Winters, quien también es padre, investigó algunas técnicas para incentivar mejores hábitos alimenticios en los más chicos.
La influencia positiva
No hay duda de que los hábitos alimenticios de los niños están influenciados por lo que ven a su alrededor.
Si hay muchos dulces y papas fritas en su casa o en casa de sus amigos entonces es probable que quieran comer eso.
Por suerte la presión social puede funcionar en ambos sentidos.
Como progenitores, somos el principal modelo para nuestros hijos.
Si nos ven regularmente comiendo, probando y disfrutando de alimentos sanos, y nos mostramos entusiasmados por lo que comemos, estarán más dispuestos a probarlos.
Si conocen a otro niño que es más aventurero con la comida invítenlo a cenar alguna vez.
Verlo disfrutar de comer fruta y verdura alentará a que su niño también quiera probarlos.
Los gustos nuevos toman tiempo…
Una vez que uno creó una atmósfera positiva en torno a la comida sana, está listo para dar el paso siguiente.
Esto requerirá tiempo. Aquí le damos algunas sugerencias:
Introduzca la comida nueva de a cucharadas pequeñas y de forma espaciada, para no abrumar a su hijo.Empiece con bocados pequeños de su propio plato. Puede llevar de 10 a 15 bocados de un alimento nuevo para que un niño se acostumbre.Pruebe un alimento nuevo junto con su hijo, mostrándole que ¡usted también está dispuesto a probar cosas nuevas!Recuerde mostrarse positivo, incluso si a veces tiene que actuar.Darle a su hijo comidas azucaradas o dulces de forma regular desarrollará su gusto por ellos.Trate de que la cena familiar sea un momento abierto y relajado.Cuando pueda, involucre a su pequeño en la preparación de la comida. Hable sobre lo que come: qué aspecto tiene, cómo sabe y de dónde viene.En vez de usar los dulces como motivación, intente crear una tabla de recompensas.
No se estrese
Usted no es el único padre o madre con un niño que es complicado a la hora de comer.
Esta característica está asociada a la etapa en la que los niños empiezan a ser más independientes.
Se cree que el rechazo de los menores a probar comida nueva es parte de un desarrollo evolutivo que surgió para evitar que los más pequeños coman comida potencialmente dañina, mientras exploran su medio ambiente.
Trate de mantener una actitud positiva, en especial cuando habla de comida.
Aunque es común que muchos padres descarten ciertos alimentos cuando sus hijos se rehúsan a probarlos, afirmar que “a Juan no le gustan las arvejas” solamente reforzará su creencia.
Recuerde que los niños van cambiando de estado de ánimo cada día así que quizás hoy rechazan algo pero otro día lo comen con gusto.
Si hay alimentos que preferiría que sus hijos no coman –como comidas procesadas o carne, si es vegetariano- trate de no enfocarse en ellos sino en los que sí pueden comer.
Si los niños asocian la comida con algo negativo estarán menos dispuestos a experimentar.