La justicia argentina sentenció a los empresarios argentinos Hugo y Mariano Jinkis, ambos involucrados en el caso de corrupción de la FIFA, denunciado por Estados Unidos, según informó una fuente judicial.
Padre e hijo se entregaron a la justicia argentina el 18 de junio tras permanecer prófugos desde el 27 de mayo, y ahora esperarán el trámite de extradición a Estados Unidos en condición de detenidos pero en sus respectivas casas.
“El juez Claudio Bonadío rechazó la excarcelación de Hugo y Mariano Jinkis y les concedió prisión domiciliaria en el marco de una investigación por la presunta comisión de delitos en el ámbito de la FIFA”, indicó el Centro de Información Judicial (CIJ), portal de noticias de la Corte Suprema.
Bonadío fijó además una caución de 4 millones de pesos (440.000 dólares) para Hugo Jinkins, por tener 70 años y problemas de salud, y de 8 millones pesos para su hijo, Mariano.
Hugo Jinkis permanecerá en su casa en la localidad de Martínez, un barrio rico de la periferia norte de Buenos Aires, mientras que su hijo vivirá en un exclusivo barrio cerrado, a 50 km al norte de la capital.
Los Jinkis son propietarios de Full Play, una empresa de marketing y transmisión de fútbol, que fue señalada por la justicia estadounidense por presuntos pagos de sobornos a dirigentes de la FIFA a cambio de millonarios contratos.
Full Play tiene los derechos de transmisión de las Eliminatorias Sudamericanas y el Sudamericano Paraguay Sub 17.
Alejandro Burzaco, otro empresario argentino implicado en la causa, se entregó a la policía en Italia y espera bajo arresto domiciliario su extradición a Estados Unidos.
Bonadío explicó que la detención domiciliaria no afectará el proceso de extradición a Estados Unidos y que es el mismo beneficio que en Italia tuvo el empresario argentino Alejandro Burzaco, también envuelto en el escándalo de sobornos.
La justicia estadounidense imputó a 14 miembros de la FIFA y directivos de empresas de márketing relacionadas con el organismo futbolístico, a los que acusa de haberse apropiado de 150 millones de dólares en sobornos en las últimas dos décadas.
