(Nota de prensa).– Este martes durante una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el Comité de Sanciones 1737 de Irán, Rafael Ramírez, expresó que es posible llegar a una solución a largo plazo sobre el uso de energía nuclear.
Román Oyarzun, Embajador de España y en su calidad de Presidente del Comité, presentó los avances obtenidos en este órgano subsidiario durante los últimos meses.
“Venezuela acoge con beneplácito los avances significativos alcanzados respecto del plan de acción conjunto y las negociaciones llevadas a cabo entre los P5+1 e Irán, así como el compromiso de todas las Partes de continuar la ronda de negociaciones con miras a llegar a un acuerdo amplio. Las posibilidades de lograr este importante acuerdo para alcanzar una solución integral a largo plazo sobre la cuestión nuclear iraní se presenta hoy día como una opción tangible”, expresó Ramírez.
El diplomático venezolano citó un articulo del Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares, que establece el derecho inalienable de desarrollar investigaciones a partir de la energía nuclear con fines pacíficos, a propósito de la situación nuclear iraní.Indicó que las sanciones impuestas a la República Islámica de Irán han tenido repercusiones desfavorables en los ámbitos sociales y económicos para el pueblo iraní, por lo que debe iniciarse una nueva fase en las relaciones diplomáticas para conseguir el levantamiento definitivo de estas sanciones.
“Venezuela reafirma el derecho soberano de la República Islámica de Irán a la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos, por lo tanto reiteramos la aplicación plena del artículo IV del Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP)”.
Ramírez instó al Comité de Sanciones 1737 a continuar trabajando bajo las premisas de la objetividad, imparcialidad y equilibrio, necesarios para facilitar las negociaciones en curso y que culminen en el levantamiento de sanciones que pesan sobre Irán.
A continuación el discurso de Rafael Ramírez, Representante Permanente de Venezuela ante Naciones Unidas, durante la Reunión Informativa del Comité de Sanciones 1737:
Señor Presidente,
Deseo agradecerle la convocatoria de esa Sesión informativa sobre la labor del Comité 1737, cuyo informe ha sido presentado por el Embajador Román Oyarzun en su calidad de Presidente, a quien felicitamos por su competente liderazgo al frente de este órgano subsidiario.
Venezuela acoge con beneplácito los avances significativos alcanzados respecto del plan de acción conjunto y las negociaciones llevadas a cabo entre los P5+1 e Irán, así como el compromiso de todas las Partes de continuar la ronda de negociaciones con miras a llegar a un acuerdo amplio. Las posibilidades de lograr este importante acuerdo para alcanzar una solución integral a largo plazo sobre la cuestión nuclear iraní se presenta hoy día como una opción tangible. Ello demuestra una vez más que cuando existe el compromiso político para alcanzar soluciones negociadas, el diálogo y la paz se imponen como objetivos supremos de la humanidad frente a la violencia y los discursos militaristas, particularmente en una región sensiblemente afectada por los conflictos y el extremismo.
La tarea más importante en la próxima etapa consiste en aprovechar este impulso positivo y centrarse en resolver las diferencias sobre la base de un enfoque de diálogo, negociación y confianza reciproca, que de paso al comienzo de una nueva fase en la relación diplomática con Irán, que conduzca finalmente al levantamiento definitivo del régimen de sanciones aplicado a ese país, que ha generado repercusiones negativas en la situación social y económica del pueblo iraní.
Nos complace que se haya mantenido el diálogo y la cooperación entre Irán y el Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea), como se destaca en su informe de mayo de 2015, reconocemos la importancia del papel constructivo que desempeña el Organismo para resolver todas las cuestiones relacionadas con el programa nuclear de Irán, esperamos que se siga fortaleciendo esa cooperación, se resuelvan progresivamente las cuestiones pendientes y las medidas relacionadas con la implementación del Plan de Acción Conjunto. En este sentido, instamos a las Partes a cumplir de buena fe con sus respectivos compromisos.
Venezuela reafirma el derecho soberano de la República Islámica de Irán a la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos, por lo tanto reiteramos la aplicación plena del artículo IV del Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), que señala “el derecho inalienable de todas las Partes en el Tratado de desarrollar la investigación, la producción y la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos sin discriminación”.
Venezuela otorga gran importancia a los esfuerzos desplegados por la comunidad internacional a favor del desarme y la no proliferación de las armas de destrucción masiva. Manifestamos nuestro pleno compromiso por el fortalecimiento del régimen internacional aplicable a estas materias, mediante el cumplimiento de las obligaciones derivadas de esos instrumentos jurídicos vinculantes.
Venezuela está convencida que la convocatoria de la Conferencia sobre Zona Libre de Armas Nucleares en el Medio Oriente, en consonancia con el paquete de acuerdos de la Conferencia del TNP de 1995, se presenta como una medida altamente positiva para contribuir al fortalecimiento de la paz y estabilidad. Pese a que la Conferencia de Examen del TNP, celebrada en mayo pasado, se vio impedida de adoptar un documento final debido a la negativa respecto a la materialización del compromiso acordado hace 20 años, estamos convencidos que la comunidad internacional no debe cejar en sus esfuerzos de promover la desnuclearización del Medio Oriente, sobre la base de acuerdos libremente concertados entre los Estados, de conformidad con las directrices definidas por la Comisión de Desarme en su informe de 1999 (A54/42).
A tal efecto, encomiamos a todos los miembros a enfocar sus esfuerzos políticos y diplomáticos en concretar este encuentro, sin más demoras. Para nuestro país, las armas de destrucción masiva constituyen una amenaza a la paz y seguridad internacionales, por lo que su eliminación es un objetivo prioritario para la humanidad.
Por último, instamos al Comité en esta etapa crucial a centrar su atención en los nuevos retos y objetivos que se presenten ante esta nueva dinámica, bajo los principio de objetividad, imparcialidad y equilibrio. El Comité debe, en el ámbito de sus competencias, facilitar el proceso de negociaciones en curso. Abrigamos la esperanza que las gestiones diplomáticas que se realizan en otros espacios sobre la implementación de las salvaguardas relativas a la cuestión nuclear iraní incidan positivamente en el trabajo de este órgano y conduzcan a la supresión definitiva de las sanciones a este hermano país.
Román Oyarzun, Embajador de España y en su calidad de Presidente del Comité, presentó los avances obtenidos en este órgano subsidiario durante los últimos meses.
Señor Presidente,
Deseo agradecerle la convocatoria de esa Sesión informativa sobre la labor del Comité 1737, cuyo informe ha sido presentado por el Embajador Román Oyarzun en su calidad de Presidente, a quien felicitamos por su competente liderazgo al frente de este órgano subsidiario.
Venezuela acoge con beneplácito los avances significativos alcanzados respecto del plan de acción conjunto y las negociaciones llevadas a cabo entre los P5+1 e Irán, así como el compromiso de todas las Partes de continuar la ronda de negociaciones con miras a llegar a un acuerdo amplio. Las posibilidades de lograr este importante acuerdo para alcanzar una solución integral a largo plazo sobre la cuestión nuclear iraní se presenta hoy día como una opción tangible. Ello demuestra una vez más que cuando existe el compromiso político para alcanzar soluciones negociadas, el diálogo y la paz se imponen como objetivos supremos de la humanidad frente a la violencia y los discursos militaristas, particularmente en una región sensiblemente afectada por los conflictos y el extremismo.
La tarea más importante en la próxima etapa consiste en aprovechar este impulso positivo y centrarse en resolver las diferencias sobre la base de un enfoque de diálogo, negociación y confianza reciproca, que de paso al comienzo de una nueva fase en la relación diplomática con Irán, que conduzca finalmente al levantamiento definitivo del régimen de sanciones aplicado a ese país, que ha generado repercusiones negativas en la situación social y económica del pueblo iraní.
Nos complace que se haya mantenido el diálogo y la cooperación entre Irán y el Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea), como se destaca en su informe de mayo de 2015, reconocemos la importancia del papel constructivo que desempeña el Organismo para resolver todas las cuestiones relacionadas con el programa nuclear de Irán, esperamos que se siga fortaleciendo esa cooperación, se resuelvan progresivamente las cuestiones pendientes y las medidas relacionadas con la implementación del Plan de Acción Conjunto. En este sentido, instamos a las Partes a cumplir de buena fe con sus respectivos compromisos.
Venezuela reafirma el derecho soberano de la República Islámica de Irán a la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos, por lo tanto reiteramos la aplicación plena del artículo IV del Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), que señala “el derecho inalienable de todas las Partes en el Tratado de desarrollar la investigación, la producción y la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos sin discriminación”.
Venezuela otorga gran importancia a los esfuerzos desplegados por la comunidad internacional a favor del desarme y la no proliferación de las armas de destrucción masiva. Manifestamos nuestro pleno compromiso por el fortalecimiento del régimen internacional aplicable a estas materias, mediante el cumplimiento de las obligaciones derivadas de esos instrumentos jurídicos vinculantes.
Venezuela está convencida que la convocatoria de la Conferencia sobre Zona Libre de Armas Nucleares en el Medio Oriente, en consonancia con el paquete de acuerdos de la Conferencia del TNP de 1995, se presenta como una medida altamente positiva para contribuir al fortalecimiento de la paz y estabilidad. Pese a que la Conferencia de Examen del TNP, celebrada en mayo pasado, se vio impedida de adoptar un documento final debido a la negativa respecto a la materialización del compromiso acordado hace 20 años, estamos convencidos que la comunidad internacional no debe cejar en sus esfuerzos de promover la desnuclearización del Medio Oriente, sobre la base de acuerdos libremente concertados entre los Estados, de conformidad con las directrices definidas por la Comisión de Desarme en su informe de 1999 (A54/42).
A tal efecto, encomiamos a todos los miembros a enfocar sus esfuerzos políticos y diplomáticos en concretar este encuentro, sin más demoras. Para nuestro país, las armas de destrucción masiva constituyen una amenaza a la paz y seguridad internacionales, por lo que su eliminación es un objetivo prioritario para la humanidad.
Por último, instamos al Comité en esta etapa crucial a centrar su atención en los nuevos retos y objetivos que se presenten ante esta nueva dinámica, bajo los principio de objetividad, imparcialidad y equilibrio. El Comité debe, en el ámbito de sus competencias, facilitar el proceso de negociaciones en curso. Abrigamos la esperanza que las gestiones diplomáticas que se realizan en otros espacios sobre la implementación de las salvaguardas relativas a la cuestión nuclear iraní incidan positivamente en el trabajo de este órgano y conduzcan a la supresión definitiva de las sanciones a este hermano país.
