El BCE aprieta un poco más las tuercas a la banca helena
El Banco Central Europeo mandó el lunes un mensaje a Grecia: mantiene los bancos a flote, pero cada vez más cerca de la asfixia. El consejo del BCE mantiene intactas las líneas de liquidez de emergencia, pero eleva la presión: el jefe del Eurobanco, Mario Draghi, anunció un endurecimiento de las garantías que deben dejar los bancos griegos en la ventanilla del banco central a cambio de efectivo.
“A pesar del aumento de las garantías, los bancos tienen liquidez para seguir abiertos. Pero el mensaje es claro”, indicaron fuentes de Fráncfort. El Eurobanco concede a Tsipras, de esta forma, una última oportunidad después del rotundo no en el referéndum, el impago al FMI de la semana pasada y el final del segundo rescate.Más presión: Draghi conmina a Alexis Tsipras a que presente una propuesta convincente en la cumbre de este martes en Bruselas. En caso contrario, el BCE cerrará el grifo y precipitará la bancarrota de Grecia.
En caso contrario, será el Estado griego quien ponga el dinero. Pero Atenas está sin blanca: la otra opción es una moneda paralela, que supondría el primer paso para salir del euro o entrar en un limbo jurídico, con dos monedas en circulación y corralito.La banca griega pende de un hilo: ha perdido la confianza de los depositantes y lo tiene cada vez más difícil en el BCE, que espera una señal política para tomar una decisión definitiva. Esa señal llegará este martes, en el Eurogrupo y la cumbre. Europa mantiene la puerta abierta a negociar, pero el BCE le deja a Grecia una sola bala más: sin un mandato de los líderes para negociar el tercer rescate, que solo llegará si el plan de Tsipras es el que quieren oír los acreedores, Fráncfort dejará quebrar los bancos. Habría que recapitalizarlos con dinero europeo, pero eso solo es posible con un rescate.