El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reestructuró el lunes la cúpula militar, con cambios en los comandos del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, en momentos en que el país enfrenta un incremento de los ataques de la guerrilla izquierdista que han afectado a la población civil.
Los cambios, considerados como normales al interior del Gobierno y propios de la dinámica de las Fuerzas Militares, se producen dos semanas después de que Luis Carlos Villegas asumió como ministro de Defensa.
“Los cambios son procedimientos normales, procedimientos necesarios y procedimientos que son de la naturaleza misma de las características de las Fuerzas Militares”, dijo Santos en un acto de Gobierno.
El mandatario nombró al general Alberto Mejía como comandante del Ejército en reemplazo del general Jaime Lasprilla, mientras que designó al almirante Leonardo Santamaría como comandante de la Armada para remplazar al almirante Hernando Wills.
Como comandante de la Fuerza Aérea Santos nombró al general Carlos Bueno, en reemplazo del general Guillermo León.
El mandatario ratificó al comandante general de las Fuerzas Militares, general Juan Pablo Rodríguez, y al director de la Policía Nacional, Rodolfo Palomino.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) rompieron un cese unilateral al fuego a finales de mayo en represalia por un bombardeo en el que murieron 27 rebeldes, incluido un líder que participó en la negociación de paz que se cumple en Cuba desde finales del 2012 y que busca poner fin a un viejo conflicto que ha dejado 220.000 muertos.
Desde entonces, el grupo rebelde que cuenta con unos 8.000 combatientes, ha lanzado ataques a torres de energía, oleoductos y carreteras, que han afectado a la población civil y provocado graves daños ambientales.
Santos ha pedido a las Fuerzas Militares mantener la ofensiva contra las FARC y ha descartado la posibilidad de firmar un cese bilateral del fuego en medio de la negociación por la presión de los ataques de la guerrilla.
Reuters