La mitad del archipiélago nipón se encuentra este jueves en alerta meteorológica ante la llegada del poderoso tifón Nangka, prevista en torno a las 21.00 hora local (12.00 GMT) en el sur del país, y cuya evolución ya está causando cuantiosas lluvias y
fuertes vientos.
El Nangka, el undécimo tifón de la temporada, se desplaza en estos momentos por el Pacífico occidental con dirección al suroeste de Japón, a una velocidad de 20 kilómetros por hora y arrastra vientos de casi 200 kilómetros por hora, según informó la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) en su página web.
A las 19.45 hora local (10.45 GMT) se encontraba a unos 50 kilómetros del cabo de Muroto, en el sureste de la isla de Shikoku, según los datos de la JMA.
Se prevé que el tifón genere precipitaciones abundantes y fuerte oleaje, por lo que se ha declarado la alerta roja meteorológica (el segundo nivel en una escala de tres) en gran parte de las prefecturas del sur, el este y el centro de Japón.
El Nangka tocará tierra en la isla de Shikoku (suroeste) y durante la jornada del viernes atravesará el extremo sureste de la isla de Honshu, la principal del archipiélago nipón, según las previsiones de la JMA.
En Shikoku, las autoridades han recomendado la evacuación de unas 235.000 personas, según informó la cadena estatal nipona NHK.
Además, hoy han sido cancelados 152 vuelos, la mayoría de ellos conexiones entre Shikoku y Tokio, así como otros 80 previstos para el viernes, según anunciaron las principales aerolíneas niponas.
La llegada del tifón también ha generado un frente que ya está dejando abundantes precipitaciones en una amplia parte del país, desde el noreste hasta el oeste del archipiélago.
Por este motivo, la JMA ha alertado sobre la posibilidad de corrimientos de tierra en las prefecturas de Kanagawa, Saitama y Yamanashi, colindantes con el Área Metropolitana de Tokio, así como en la de Tochigi, al norte de la capital, y en Fukushima (noreste).
En Tokio, también se han cancelado unos 25 trenes exprés con destino a Yamanashi previstos para hoy, así como la línea "Romance Car", que conecta la capital con Hakone, un popular destino turístico por su proximidad al monte Fuji y sus aguas termales.
El Nangka, el undécimo tifón de la temporada, se desplaza en estos momentos por el Pacífico occidental con dirección al suroeste de Japón, a una velocidad de 20 kilómetros por hora y arrastra vientos de casi 200 kilómetros por hora, según informó la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) en su página web.
A las 19.45 hora local (10.45 GMT) se encontraba a unos 50 kilómetros del cabo de Muroto, en el sureste de la isla de Shikoku, según los datos de la JMA.
Se prevé que el tifón genere precipitaciones abundantes y fuerte oleaje, por lo que se ha declarado la alerta roja meteorológica (el segundo nivel en una escala de tres) en gran parte de las prefecturas del sur, el este y el centro de Japón.
El Nangka tocará tierra en la isla de Shikoku (suroeste) y durante la jornada del viernes atravesará el extremo sureste de la isla de Honshu, la principal del archipiélago nipón, según las previsiones de la JMA.
En Shikoku, las autoridades han recomendado la evacuación de unas 235.000 personas, según informó la cadena estatal nipona NHK.
Además, hoy han sido cancelados 152 vuelos, la mayoría de ellos conexiones entre Shikoku y Tokio, así como otros 80 previstos para el viernes, según anunciaron las principales aerolíneas niponas.
La llegada del tifón también ha generado un frente que ya está dejando abundantes precipitaciones en una amplia parte del país, desde el noreste hasta el oeste del archipiélago.
Por este motivo, la JMA ha alertado sobre la posibilidad de corrimientos de tierra en las prefecturas de Kanagawa, Saitama y Yamanashi, colindantes con el Área Metropolitana de Tokio, así como en la de Tochigi, al norte de la capital, y en Fukushima (noreste).
En Tokio, también se han cancelado unos 25 trenes exprés con destino a Yamanashi previstos para hoy, así como la línea "Romance Car", que conecta la capital con Hakone, un popular destino turístico por su proximidad al monte Fuji y sus aguas termales.
EFE