El Partido Liberal Independiente (PLI), principal fuerza opositora de Nicaragua, volvió ayer a exigir elecciones libres y transparentes en 2016 con una marcha pacífica en Managua.
La tranquilidad que marcó la movilización del miércoles, que estuvo vigilada por un gran número de policías, contrastó con los disturbios registrados el pasado día 8, cuando otra marcha del PLI culminó con enfrentamientos con los agentes y varias personas heridas y detenidas.
"El llamado que hacemos a la Policía es: únanse a este lado, a todos aquellos que queremos elecciones libres y transparentes", expresó el excandidato presidencial del PLI Eduardo Montealegre.
El político destacó que los manifestantes llegaron "en tranquilidad y en paz" para protestar este miércoles.
"Todos tenemos la responsabilidad de enrumbar el país", dijo.
El miércoles pasado, una marcha también liderada por el PLI, y resguardada por la Policía Nacional, terminó en enfrentamientos, que dejó varios heridos y detenidos temporales, entre ellos diputados, periodistas, reporteros gráficos y agentes del orden.
El PLI se dirigía a la sede del Consejo Supremo Electoral (CSE), en el centro de Managua, para exigir elecciones libres y transparentes en noviembre de 2016, y en su camino se encontraron con cordones policiales y se desataron los disturbios.
Durante la marcha de ayer hubo un minuto de silencio y los manifestantes utilizaron cintas color negro pegadas a las camisas en señal de luto por la muerte de dos niños y una mujer el pasado sábado en el marco de una operación policial antinarcóticos.
En noviembre de 2016, Nicaragua elegirá un presidente, un vicepresidente, 90 diputados nacionales y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano.
El Consejo Supremo Electoral es acusado por la oposición de alterar los resultados de las elecciones municipales de 2008 y las presidenciales de 2011 a favor del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
EFE