La directora general de la UNESCO condenó enérgicamente el asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa, cometido en la Ciudad de México, y pidió que el crimen se investigue a fondo y no quede impune.
Irina Bokova señaló en un comunicado que todo intento de suprimir la libertad de prensa debe ser indagado y que los responsables deben rendir cuentas ante la justicia.
"Tenemos que respaldar a los periodistas valientes que trabajan para mantener informados a los ciudadanos", indicó Bokova.
Rubén Espinosa trabajaba para las agencias AVC Noticias y Cuartoscuro, así como para la revista Proceso, en el estado de Veracruz, al este del país, donde cubría asuntos políticos locales.
El informador era conocido por denunciar el acoso a sus colegas periodistas.
Espinosa fue encontrado muerto el 1 de agosto en un apartamento de la capital mexicana, junto con cuatro mujeres, una de ellas activista de derechos humanos. Todas las víctimas presentaban señales de tortura.