El Banco Central Europeo (BCE) se encuentra inmerso en un proceso de expansión monetaria con el objetivo de cumplir con las metas de inflación. Además, el programa de estímulos del BCE está sirviendo para que el euro se deprecie ante otras divisas y las exportaciones de la Eurozona ganen fuerza. Aunque éste no es un objetivo público del BCE, son muchos los economistas que confían en la debilidad del euro para alcanzar un crecimiento vigoroso, una teoría que empieza a perder peso.
Según publica La Caixa Research en su último documento mensual, los últimos estudios apuntan a que la relación entre el tipo de cambio y las exportaciones se ha debilitado sustancialmente. El elemento más relevante que ha erosionado esta relación es el auge de las cadenas de valor globales (CVG).
"Se considera que un país está integrado en una CVG cuando sus exportaciones, además de estar compuestas de valor añadido generado en el propio país, contienen una parte relevante de bienes y servicios intermedios que provienen de otras economías. En este caso, el precio de dichas exportaciones depende tanto del coste local como del coste de los bienes y servicios intermedios importados", señala el informe.
'Inputs' más caros
"Así, si la moneda del país se deprecia, desde el punto de vista extranjero disminuye el coste de la parte de las exportaciones producidas localmente, al haberse abaratado la moneda local frente a la foránea. No obstante, los costes de los inputs importados (materias primas u otros bienes sin finalizar) se mantienen en moneda extranjera y se encarecen en moneda local".
"Ello significa que, ante una depreciación de la divisa local, el precio de las exportaciones producidas dentro de las CVG se reduce menos (de nuevo, a ojos extranjeros) que si los bienes exportados hubieran sido producidos localmente en su totalidad y, en consecuencia, su efecto estimulador sobre el volumen exportado es también menor", se asegura en el documento de trabajo de la entidad catalana.
Según los últimos estudios del Banco Mundial esta teoría sería cierta, aunque aún existe la relación entre el tipo de cambio y las exportaciones, ésta es cada vez menor. Al contrario que el Banco Mundial, el FMI no encuentra ningún cambio ni evidencia que confirme esta teoría.
Según los cálculos de La Caixa Research, la depreciación que ha sufrido el euro recientemente sí ha servido para que el volumen de exportaciones aumento entre un 3% y un 3,8%. Sin embargo, también señala que años atrás (cuando las CVG no eran tan importantes) la misma depreciación del euro hubiera significado un incremento de las exportaciones cercano al 5,5%. De modo que "a pesar de que la sensibilidad sea posiblemente menor entre los movimientos cambiarios y las exportaciones, su relación no está ni de lejos extinguida".
El economista