China y Oriente Próximo instalan la volatilidad en el mercado petrolero
Nueva jornada de montaña rusa en el ya de por sí volátil mercado petrolero. Los barriles de referencia en Europa y en Estados Unidos, el brent y el West Texas, respectivamente, tocaron poco después del mediodía de hoy su nivel mínimo en más de 12 años. En una curva similar a la dibujada por los mercados de valores, tras un inicio aciago ambos remontaron con el paso de las horas y cerraron la sesión con una caída del 1,5% hasta los 33,7 dólares por barril, lejos del mínimo intradía de poco más de 32 dólares pero en niveles históricamente bajos.
Más allá de la inestabilidad en Oriente Próximo, kilómetro cero de la producción mundial, por el repunte de la tensión diplomática entre Arabia Saudí e Irán —que a corto plazo contribuye a mantener los precios en zona de mínimos por el exceso de oferta pero a largo plazo podría alimentar una escalada—, la debilidad de la economía chinaemerge como la principal causa de las caídas en la jornada de este jueves. “Los inversores están preocupados por el crecimiento de este país”, explica por teléfono Spencer Welch, jefe de análisis del mercado petrolero en la consultora IHS. “China explica por sí sola casi la tercera parte del crecimiento de la demanda de crudo en todo el mundo”.
Si la contribución china a la demanda mundial es menor de lo previsto (6,5% en 2016), el mercado petrolero corre riesgo de permanecer en su actual estado de desfase de fuerzas durante mucho tiempo. Entre 2009 y 2015, el incremento del consumo de petróleo de la segunda economía del planeta supuso casi la mitad del crecimiento total de la demanda global, cifra que caerá al 30% este año.
Según los pronósticos de IHS, muy similares a los del resto de grandes casas de análisis con departamentos especializados en asuntos petroleros, el brent se mantendrá en el entorno de los 40 dólares por barril durante todo el primer semestre, no se reequilibrará hasta bien entrado el tercer trimestre del año y habrá que esperar a 2017 para ver el precio por encima de los 50 dólares. "El precio actual, por debajo de los 35 dólares, es difícilmente sostenible", añade Norbert Ruecker, máximo responsable de materias primas de Julius Baer en una nota remitida por el banco suizo a sus clientes. "El declive de la producción de crudo fracking en Estados Unidos seguirá y los riesgos financieros de las patronaciones irán al alza. Todo ello contribuirá a reequilbrar oferta y demanda", añade.
El actual entorno de precios bajos está afectando negativamente a las Bolsas mundiales, ya de por sí deprimidas por la expectativa de menor crecimiento en China, auténtica locomotora mundial durante las última década. El impacto del crudo, sin embargo, es desigual. Entre los ganadores de los últimos meses destacan las compañías aéreas europeas, para las que el combustible supone una fracción sustancial de sus costes totales. Pese a la correción sufrida en los últimos días, IAG —el grupo de Iberia, British Airways, Vueling y Air Lingus— sube un 30% en el último año y la low cost irlandesa Ryanair repunte un 60%. En el lado opuesto, los grandes perdedores son las petroleras. Las acciones de la española Repsol cotizan a su nivel más bajo de las dos últimas décadas y las de la italiana rozan los mínimos de mediados de la década pasada. EL PAIS