Con cautela, pero de forma positiva, con subidas cercanas al 0,5%. Así han recibido este viernes las Bolsas europeas la reacción de los mercados bursátiles chinos a su última jornada negra. Al cierre, Shanghái ha subido un 2% respecto al valor de cierre del jueves, cuando vivió su sesión más breve (media hora) al llegar las pérdidas al umbral del 7% que disparaba el freno automático incorporado este año por el regulador bursátil Pekín decidió después suprimir ese interruptor, lo que junto a nuevos indicios de intervención de las autoridades (el yuan se ha apreciado por primera vez en nueve días), y los límites a las ventas de grandes accionistas ha dado la vuelta a la Bolsa china.
Londres y Fráncfort, con subidas del 0,6% en el arranque de la sesión del viernes, fueron las que recibieron mejor el cambio de tendencia en China. La revalorización de Ibex 35, como del selectivo de Milán, rondaban el 0,4% en los primeros compases de la sesión, lo que permitía a la Bolsa española sostenerse por encima de los 9.000 puntos. París, con un alza del 0,3%, fue la que empezó más lenta.
Son avances muy moderados, apenas una tirita al peor arranque anual en las plazas europeas desde 2000. Una cautela justificada por los vaivenes de las Bolsas chinas, que solo han dejado de corregir la reciente burbuja bursátil (entre junio de 2014 y junio de 2015 se revalorizaron un 150%) cuando Pekín ha intervenido. EL PAIS