La directora general de la UNESCO expresó este viernes su indignación por el asesinato de la periodista y activista siria Ruqia Hassan, quien escribía sobre la vida cotidiana en Raqqa y se había negado a salir de esa ciudad cuando fue ocupada por el Daesh.
Irina Bokova condenó el crimen, al igual que los asesinatos de tres comunicadores sirios más: Naji Jerf, Zakaria Ibrahim y Batoul Mokhles al-Warrar. Todos los homicidios ocurrieron hace por lo menos un mes, pero no habían sido confirmados hasta ahora.
En varios comunicados de prensa, Bokova rindió tributo al valor de los periodistas sirios para defender los derechos humanos y las libertades fundamentales en circunstancias muy difíciles.
Sobre Ruqia Hassan destacó su desafío "a la campaña brutal que los extremistas violentos llevan a cabo para suprimir la libertad de pensar, hablar y actuar".
La directora de la UNESCO recordó que las Convenciones de Ginebra estipulan que los periodistas deben ser tratados como civiles en los conflictos armados y advirtió que quienes no lo hagan serán procesados por la justicia en Siria.